Por Juan Gómez
Los diferentes gobiernos municipales de la capital zacatecana, no han sabido qué hacer con el Centro Histórico, y tampoco tienen un plan de prevención de las diversas problemáticas que hoy día padecen muchas ciudades capitales del país.
En la actualidad bajo la presidencia municipal del alcalde Jorge Miranda Castro, un burócrata que se ha desempeñado siempre en la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado, la capital agudiza su problemática en materia de seguridad, descuido en el mantenimiento de fincas, casas, callejones y avenidas, así como deficiencias en otros servicios públicos como suministro de agua potable e iluminación.
Tampoco existe un plan de embellecimiento del Centro Histórico que dé mantenimiento a la pintura de edificios y casas y menos aún, a la cantera que antiguamente era rosa y hoy, a causa de la suciedad ambiental y del tiempo, luce grisácea en distintas calles.
Este escenario lo complementan los baches que se multiplican como hongos y el adoquín que fue instalado en el trienio pasado, está flojo y las lajas se botan con facilidad por el paso de vehículos y el inexorable tiempo.
El problema del aflojamiento del adoquín tiene también su influencia en la deteriorada y vieja red de agua potable y drenaje, que debe ser cambiada para, no solo reparar y rehabilitar las tuberías subterráneas, sino también para evitar la problemática del adoquín.
El presidente municipal de Zacatecas, Jorge Miranda Castro, tiene un programa que se llama “Menos escritorio y más territorio” pero debería hacer una caminata en el centro de la ciudad y levantar la vista hacia los edificios, para ver que luce sucio, gris y descuidado.
Es difícil que lo haga. Miranda Castro, quien fue derrotado como candidato a una diputación federal por el PRD en el 2010, ahora que gobierna bajo las siglas del Verde Ecologista de México, sueña con la reelección, pero en la última evaluación en la que aparece, se ubica en el último lugar de los alcaldes de capitales de estado.
No es para menos, la capital zacatecana se encuentra en el nada honroso segundo lugar de mayor percepción de inseguridad de los capitalinos, solo por encima de Fresnillo que durante algunos años, ostenta el primer sitio.
En el año 2022, cuando cumplió un año al frente de la administración municipal, Jorge Miranda, ex secretario de Finanzas en el gobierno de David Monreal, dijo que no le gustaba echar la culpa al que se fue (Ulises Mejía Haro) “tenemos problemas graves en la ciudad que hay que resolver y creemos que es quitar tiempo muy valioso de nuestra actividad el estar viendo al pasado”. (Trópico de cáncer, 14 de septiembre de 2022).
Jorge Miranda fue parte de la estrategia sucia para arrebatarle la posibilidad de reelección a Ulises Mejía Haro, militante de Morena y actual coordinador de la campaña en Zacatecas de Claudia Sheinbaum, debido a las intrigas y odios del clan Monreal en su contra.
Miranda Castro fue postulado por el Partido Verde en la coalición “Juntos haremos historia” que agrupaba a Morena y al Partido del Trabajo (PT) en Zacatecas, pero hoy el alcalde de la capital zacatecana tiene al municipio a la deriva, hundido en esta problemática que ha sido incapaz de resolver.
Su ineficiencia, ambición económica y el escenario que le es totalmente adverso políticamente planteado, le darán la espalda y será muy difícil que logre una postulación por la reelección de un partido, el Verde, inexistente en Zacatecas y sin un liderazgo local que aporte votos a Morena en el 2024.
Seguramente que la ciudadanía no pondrá su apoyo en un alcalde al que no le tiene confianza, que no se identifica con él pero además, la decisión de las candidaturas no estarán del lado de David Monreal y su grupo (léase Verónica Díaz), sino en la cúpula de Claudia Sheinbaum, quien “tiene otros datos”.
Al tiempo.
@juangomezac