Tras ser sacado de la embajada mexicana en Quito y arrestado, el exvicepresidente Jorge Glas, que había obtenido el asilo mexicano, fue llevado por las fuerzas de seguridad, a la sede de la Unidad de Flagrancia en Quito. Después fue trasladado a una prisión.
La Policía Nacional ecuatoriana trepó por los muros de la sede diplomática mexicana para capturar a Glas, sobre quien pesaba una orden de prisión preventiva por un caso de presunta corrupción en el que está actualmente procesado, tras haber estado cinco años en la cárcel por dos condenas vigentes por delitos, que él rechaza al considerar que es víctima de una persecución política en su contra.
El medio de comunicación local, El Universo dijo que sería trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil. Añadió que agentes y funcionarios del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (Snai) llegaron a la Unidad de Flagrancia.
De acuerdo con el medio, los abogados no han podido ver o comunicarse directamente con Glas. El gobierno de Daniel Noboa justificó su acción y dijo que ningún delincuente es perseguido político.
La Roca es considerada como una prisión de máxima seguridad.