El sol está que arde. El 14 de mayo, el sol produjo su mayor llamarada en casi una década, pocos días después de las intensas tormentas solares que causaron auroras boreales inusuales.
Esta llamarada es la más grande del ciclo solar de 11 años, no impactará a la Tierra ya que ocurrió en una parte del Sol que se aleja de nuestro planeta.
La semana anterior a esto, las tormentas solares amenazaron las comunicaciones y el suministro eléctrico, afectando de un satélite de la NASA y obligando a astronautas en la Estación Espacial Internacional a refugiarse en áreas protegidas contra la radiación.