Bernardo Hernández/PórticoOnLine
A escasos días de que expire el emplazamiento a huelga -la suspensión está programada para el próximo 19 de enero-, en el Sindicato del Personal Académico de la UAZ sólo ven un panorama, o mejor dicho, una encrucijada que amenaza con arrastrar, a quién sabe dónde, a maestros, trabajadores, estudiantes y sociedad zacatecana.
Este 13 de febrero, unos minutos antes de antes de la celebración del amor y la amistad, el sindicato lanzó un comunicado, dirigido a la comunidad estudiantil, en el que las palabras suenan a tambores de guerra.
El título del documento es “crónica de una deuda anunciada”, aunque el tono evidencia que sería más apropiado sustituir el término “deuda” por “huelga”.
Por ejemplo, cuando el gremio habla de la deuda de 600 millones de pesos (eso en mayo de 2012) de la institución con el SAR, el Fovissste, el ISSSTE y Hacienda, de los llamados a la autoridad universitaria para que atendiera esa cuestión, recuerda lo siguiente: “se nos tildó de locos, de abanderar intereses mezquinos y de querer desestabilizar a la UAZ”.
Enseguida, básicamente el sindicato acusa a la rectoría de mentir de forma reiterada ya que una y otra vez les ha informado que el problema está por resolverse. El último engaño, según el SPAUAZ, fue que la administración de la institución afirmó en días pasados que ya existe un plan de financiamiento.
El personal docente responde a eso: “Falso (…) la deuda asciende a 900 millones de pesos”, el equivalente al 65% del presupuesto anual de la casa de estudios.
El SPAUAZ obsequia a la comunidad estudiantil, y el público en general, frases como: “Pareciera ser que invocamos a los santos y todas las deidades creadas por el hombre para salvar a la UAZ… no es así”.
El sindicato también apela a la comprensión de los estudiantes, afirma que sus agremiados, además de docentes, son luchadores, y lo que está en disputa es el cumplimiento de sus derechos, además de la viabilidad de la UAZ y la dignidad universitaria.
Para finalizar, el personal académico, por fin menciona la encrucijada a la que se enfrenta la UAZ. Por un lado hacer como si no pasara nada y dejar que la institución se declare en quiebra, o seguir con la exigencia de que la situación financiera de la universidad se aclare para darle “certidumbre a más de 40,000 estudiantes y 5,000 trabajadores”.
El SPAUAZ quiere a los estudiantes de su lado, primero, en la marcha que tiene programada para el próximo 17 de febrero a las 10 de la mañana, y segundo, en el camino de la huelga.