Bernardo Hernández/PórticoOnLine
El Sindicato de Personal Académico de la UAZ no pudo darle un final limpio y fuera de dudas a la suspensión de labores que se inició el pasado 20 de febrero.
Este 4 de marzo se realizó un plebiscito sobre el levantamiento de la huelga con los siguientes resultados:
Docentes a favor de volver a las aulas: 1 mil 303
Docentes a favor de mantener paralizada a la institución: 806
Nulos: 34
Antes de dar a conocer estas cifras, el SPAUAZ había anunciado que no abriría las urnas de votación porque faltaba el convenio de desistimiento que debía entregar la rectoría. Armando Silva reviró que no enviaría el documento hasta que no se difundieran los resultados.
Un par de horas después se publicó el conteo.
La decisión de levantar la huelga era predecible desde que un día antes el SPAUAZ había calificado al movimiento como un “triunfo inobjetable”.
Las razones enlistadas por el sindicato son:
1.- “Pese a las resistencias mañosas o comatosas del rector, hemos logrado la satisfacción en el 95% de nuestras causales de huelga”.
2.- La ganancia política obtenida porque se conquistó el respeto como asalariados universitarios.
3.- Una legitimidad fortalecida por la defensa de sus derechos.
En el SPAUAZ también consideran que han dado “una lección de dignidad y democracia desde este rincón de la república”. Antes se habían publicado las fichas de depósito de los 15 millones de pesos que el gobierno estatal le adelantó a la universidad de su presupuesto 2015, y los 15 millones que aportó la UAZ y que no se sabe de dónde los sacó el rector Armando Silva.
Poco antes de la medianoche, docentes de la institución comenzaron a avisar que el semestre UAZ se reanuda.
Ya entrado el 5 de marzo, comenzaron a correr las versiones de que el SPAUAZ y el rector habían firmado el convenio respectivo. De nueva cuenta, docentes confirmaron que el desistimiento de huelga estaba firmado. Hasta la una de la mañana el sindicato no había emitido ningún comunicado oficial.
El fin del movimiento no ha dejado contentos ni a un sector de alumnos que están convocando a una marcha para el próximo 7 de marzo, ni a parte del personal docente que ve en los acuerdos alcanzados poco más que “atole con el dedo”.
El SPAUAZ asegura que se han conseguido “acuerdos muy superiores a los de los últimos emplazamientos”.
No obstante, alumnos y profesores que no comparten el optimismo de las autoridades del sindicato aseguran que no se puede cantar victoria cuando no se han solucionado los principales problemas de la institución: la deuda de 876 millones de pesos con instituciones de seguridad social y la falta de recursos para cubrir todos los bonos y prestaciones que la Universidad se ha comprometido a entregar. El fin de la huelga era previsible, el cómo ha sucedido, deja abiertas las dudas más importantes.