Las cinco personas que murieron en dicho enfrentamiento fueron identificadas como; José Alfredo Canales Beltrán de 28 años de edad, originario y vecino de Saín Alto; Ricardo Quiñones Flores, de 20 años, de Plateros, Erik Amador Medina de 28 años, de Sombrerete, Juan Román Arriaga, de 21 años de edad, originario de Río Grande y Marco
Antonio Estrada Sánchez de 33 años de edad originario y vecino de Caborca, Sonora.
Nahle García explicó que los cuerpos ya fueron reclamados por sus familiares lo que permitió identificarlos y al tener sus datos descubrieron que dos de los cinco abatidos ya habían trabajado en diferentes corporaciones de Seguridad Pública, aunque no quiso detallar a cuales, resaltó que de ser policías pasaron a trabajar a las filas del crimen organizado.
Señaló que lo anterior reitera la necesidad urgente de depurar las corporaciones, además de que muestra que cuando un policía es despedido, en algunas ocasiones va y se incorpora a las filas de la delincuencia organizada.
“Creo que tenemos que ser muy cuidadosos en el proceso de depuración de nuestros corporaciones de seguridad, para no tener en nuestras policías delincuentes en potencia” apuntó.
Preciso que se debe tener algún tipo de seguimiento para que cuando sean dados de baja, cualquier elemento por cualquier razón, nos permita saber que no se van a ir a engrosar las filas de la delincuencia organizada.o