Por Lidia Medina Lozano
Con la intempestiva llegada de lo audiovisual, la telemática e informática, la globalización de la información; la sociedad no está preparada para recibir la guerra de imágenes bajo una mirada analítica y crítica, tan necesaria para adquirir una verdadera conciencia social y cultural del mundo que le rodea. En el inmediatismo que vivimos, asimilamos la información por medio del lenguaje audiovisual, convirtiéndose la imagen en un baluarte de la sociedad contemporánea. No es que la imagen no existiera antes, desde que el hombre existe ha estado presente, sin embargo en los últimos tiempos, se incrementó como nunca antes en la historia.
Ante la guerra de imágenes, es necesario que tanto niños y jóvenes del naciente siglo XXI, obtengan en sus centros escolares una adecuada educación visual, y por derivación alfabetización. En México, los contenidos curriculares en los diferentes niveles de Educación, no han integrado en sus programas de manera específica, competencias para una adecuada alfabetización visual, a pesar de que con el advenimiento de las TIC, el recurso de la imagen como estrategia didáctica ha estado prevaleciendo al menos durante las dos últimas décadas en todos los espacios educativos.
La inexistencia de la alfabetización visual en el currículum de Educación, exime al estudiantado de obtener una visión crítica del mundo que le rodea, de lograr una adecuada lectura de imágenes manipuladas por parte de los medios de comunicación, que transitan a todo momento en sus espacios cotidianos, lúdicos y escolares. Es lamentable que en los distintos niveles de Educación Básica, reduzcan el trabajo o creatividad con imágenes solo en las clases de Educación Artística que ya de por sí, se le tienen otorgadas pocas horas a la semana en los programas curriculares. La mayoría de los alumnos egresan de las escuelas con una competencia visual poco desarrollada, cuando debiera ser una preocupación en todas las asignaturas, es decir, un tema transversal
Es preocupante que los contenidos curriculares de nivel básico en México, no integren una “pedagogía de la imagen”, que enseñen a generaciones de estudiantes a ser capaces de analizar, sintetizar, interpretar los códigos visuales y sean críticas del mundo que les rodea. La alfabetización visual por tanto, debiera incorporarse en cualquier nivel educativo con bases pedagógicas para desarrollar este tipo de competencia. Actualmente es inevitable que los estudiantes no solo aprendan a interpretar y analizar textos escritos o verbales, deben de incorporar el lenguaje icónico o audiovisual que va ligado estrechamente con el digital, con el propósito de que interpreten y construyan mensajes claros en los diferentes entornos y contextos.
Las recientes tecnologías y la sociedad de la comunicación están revolucionando la imagen hasta límites impensados, cambiando las formas de interacción entre los hombres, es ineludible que también avancemos en su estudio y comprensión. Hoy por hoy es urgente introducir en los espacios áulicos, la alfabetización visual, debemos aprender a ver el mundo y enseñar a observarlo de manera crítica, el camino para lograrlo no será fácil, dependerá de un proceso paulatino de actualización disciplinaria y pedagógica que requiere una constante capacitación del profesorado y del alumnado.