Por Fátima Ivette Gómez Vargas (@Fatimagova)
Ya llegó ya está aquí, el frío invernal nos acompaña en los próximos meses. Ya empezamos a desempolvar los gorros, guantes, chamarras y abrigos. Comienza el festín de cobertores y calentadores en nuestros hogares. Las bebidas calientes están presentes a cualquier hora del día y nuestro organismo se está preparando para algunos meses de ausencia de calor y sol.
Podemos ser o no partidarios de esta época del año, sin embargo hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo: nuestro cuerpo sufre las consecuencias de las bajas temperaturas y seremos más proclives a ciertos padecimientos. Que no nos agarre desprevenidos!
Aquí te voy a decir que medidas podemos tomar para evitar algunas afecciones, pero sobre todo, sacarle la mayor ventaja a esta época.
Riesgo de aumento de peso
Esto corresponde a una cuestión evolutiva, ya que nuestro cuerpo se prepara para tener mayores reservas de grasa en estos meses. Y es que este aumento comienza desde Septiembre. Según la nutricionista y autora del libro “Obtén tu mejor cuerpo – ¡De la manera más fácil!”, Sue Rose dice que al ser este mes el primero del otoño, la temperatura ambiental empieza a descender y con ello nuestras necesidades calóricas aumentan, por lo que aumentamos hasta un kilo en este mes. Tu cuerpo sabe que el invierno se acerca y se va preparando para enfrentarlo.
La mejor manera de contra restar este efecto es empezar a disminuir nuestras porciones de alimento cambiando el tamaño del plato por uno más pequeño. Utiliza vasos altos y delgados en lugar de chaparritos y gorditos a la hora de servirte alcohol o un atolito. Estudios demuestran que las personas vaciamos menos contenido en vasos alargados. Agrega proteína y vegetales a tus comidas, esto hará que tu metabolismo no se estanque. No olvides desayunar antes de salir a tus actividades, esto hará que no quieras comer más calorías antes de tu siguiente comida. Y no dejes de tomar agua!
No dejes caer el ánimo
Está comprobado que a menor exposición al sol podemos sufrir un decaimiento, aunado a una época en la que hay más estrés por los compromisos económicos de fin de año, así como cuestiones emocionales se pueden ver más acentuados en estos días. Esto puede provocar que nuestras defensas naturales bajen y se abra la puerta a mayores padecimientos. También puede ocasionar que comamos más calorías vacías para contrarrestar estos efectos.
Lo mejor en este caso es tomar pequeños baños de sol, fortalecer nuestros lazos familiares y de amistades, sanear nuestras finanzas personales y mantener alguna actividad física. Lo que nos lleva al siguiente punto
Ejercicio para mantenernos en forma
No dejes que el clima sea un obstáculo para salir a dar una caminata. La liberación de endorfinas al hacer una caminata/trote nos hará sentirnos mejor y perderemos calorías. Además, el frío hace que nuestro cuerpo se esfuerce por mantener el calor corporal, por lo que no es necesario ver las gotas de sudor en la frente para estar seguros que nuestro ejercicio está sirviendo y mucho.
Ojos, piel, pelo y nariz
Sin duda son las partes de nuestro cuerpo que más están expuestas al frío y a las que no ponemos mayor cuidado. Sin embargo, haciendo pequeños cambios podemos salir bien librados del invierno.
Poco o casi nada hacemos por nuestros ojos y es que al estar trabajando en un lugar cerrado como la oficina, nos olvidados de cubrir y proteger nuestros ojos al salir al ambiente fresco. Además, en esta época podemos padecer conjuntivitis invernal que, si no atendemos a tiempo pueden mermar nuestra visión al dejar cicatrices en la córnea. Es importante acudir al oculista si notamos un enrojecimiento, resequedad o cualquier molestia.
La piel y el pelo sin duda son los más afectados en el tema de resequedad. Agrega aceites esenciales a tus productos de uso diario (aceite de coco, oliva, almendras, etc.) para potenciar sus beneficios y recuerda no salir a la intemperie con el pelo o piel mojada, esto provocará aún más la resequedad. Otro punto que difícilmente pensamos es en usar protector solar en invierno. Creemos que por no estar expuestos al sol como en verano no lo necesitamos o se nos olvida. Recuerda que los rayos de sol caen de manera más directa sobre la tierra y esto aumenta la exposición a los efectos negativos del sol.
Cubre siempre tu nariz ya sea con una chamarra o bufanda para evitar dolores de garganta, inflamación en los bronquios y cualquier padecimiento de las vías respiratorias. Una nueva investigación de la Universidad de Yale reporta que algunos rinovirus son más propensos a proliferar en la nariz a una temperatura menor, por lo que puede ser una respuesta a la manifestación de gripe cuando la temperatura baja.
Igualmente es importante mantener ventilada la casa o la oficina. Es difícil pero es muy importante para evitar proliferación de virus en nuestro ambiente, ya que, en invierno pasamos más tiempo en lugares cerrados lo que provoca mayores contagios y mayor exposición a virus como el de la gripe.
El invierno es una época del año que debiera suponer alegría, días de descanso, celebraciones familiares, abrazos y paz en nuestros corazones. Mantengámonos fuertes y sanos de mente, espíritu y cuerpo para disfrutar al máximo una hermosa temporada.