Con la representación del Gobernador del Estado, Miguel Alonso Reyes, el director del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, Gustavo Salinas Iñiguez, inauguró la obra reciente del decano del abstracto en México, Manuel Felguérez, en la galería Arroyo de la Plata, de esta ciudad.
Ante más de una decena de aristas plásticos zacatecanos, entre ellos Ismael Guardado y Juan Manuel de la Rosa, por primera vez Manuel Felguérez expuso su obra en este espacio de promoción y venta de arte moderno, en la capital.
En el acto de apertura, Salinas Iñiguez reconoció en Manuel Felguérez a un zacatecano emprendedor y triunfador no sólo en su tierra sino en el mundo, donde su obra ha sido expuesta y apreciada.
“En la cuna del arte mundial has estado presente y nosotros nos sentimos orgullosos de que seas un zacatecano emprendedor, para nosotros es un privilegio tenerte como paisano y tu generosidad tampoco tiene límites”, apuntó.
Salinas Iñiguez habló de un proyecto que tiene el propio artista en la capital de su estado y que tiene que ver con la ampliación y adecuación del museo que lleva su nombre, espacio que es considerado, en su género, como el más importante de América y el mundo.
Por lo que –dijo Salinas Iñiguez- estamos viendo que se lleve a buen término mediante las gestiones que se habrán de hacer ante la nueva comisión de cultura de la Cámara de Diputados, para obtener los recursos necesarios y que este proyecto se consolide.
Al dueño de la galería Arroyo de la Plata, Martín Ocampo, dijo que la de Manuel Felguérez es una atinada exposición por lo que, a nombre del gobernador, agradeció el que se sume al esfuerzo del gobierno del estado, por tener espacios culturales y traer a los grandes pintores, a través de su obra.
En su momento, Manuel Felguérez habló de su incesante proceso creativo. “Tengo 80 y tantos años de los cuales… empecé antes de los 20, entonces son años de estar a dale y dale con esto de la pintura”.
Con sobrada sencillez, Felguérez dijo que procura trabajar todos los días con bastante disciplina: antes eran 12 horas “ahora soy medio flojo y trabajo seis, siete u ocho horas diarias, excepto cuando tengo exposiciones que son una lata, porque lo sacan a uno del taller, que es lo bonito”.
Habló del arte y la comunicación en relación con el artista “o el pretendido artista” que tiene que producir la obra de taller, la obra de investigación, de búsqueda, la obra de estar luchando consigo mismo tratando cada vez hacer lo mejor. Eso es una lucha –dijo- una lucha contra uno mismo al ir inventando, porque el arte es creación.
Dijo que el arte de pintar es un oficio y pintar en cuanto a oficio es muy fácil, todo mundo puede pintar, se estudia y se aprende igual que se aprende a ser zapatero y ese aprender a pintar no quiere decir nada, no es hacer arte, el arte debe provocar a los sentidos. “Hasta que a uno le sale un color de la mente, que no puede ni copiar de la naturaleza, una invención, hasta entonces”.
Hizo entonces una analogía entre el arte y el trabajo de un matemático, en el primero existe ese juego con los colores y el estar experimentando, “es como cuando se meten los matemáticos a un problema, cada cuadro es un problema con muchas dificultades porque hay composición, hay color, hay textura, hay equilibrio y todo tiene que ir en armonía, que una cosa juegue con la otra y en ese juego, el creador se obsesiona y se mete al cuadro”.
Agregó que “viene luego, después de un proceso, la etapa de contemplación y al ver el cuadro viene el placer, el famoso placer estético, luego lo firmo y lo sigo viendo; al día siguiente paso (frente al cuadro) y le falta una línea, siempre el cuadro es perfectible, pero hasta aquí llegué y el próximo va a ser mejor”.
La segunda parte de este proceso creativo que emprende Felguérez deriva en la exposición de la obra, completando con ello el proceso de comunicación y es que “si el arte es comunicación, hay que crear un cuadro para poder comunicar, es por lo que hay que enseñarlo, es por eso que nos da por estar exponiendo.