Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, diversos organismos alzaron la voz para alertar que la profunda desigualdad que impera entre los géneros, sobre todo en América Latina, podría cancelar el futuro de miles de niñas del mundo.
Niñas de AL, en riesgo sólo por ser jóvenes y mujeres
El aumento de embarazos en esta región demuestra una situación de abuso y de violencia sexual que configura una acción delictiva que perjudica “gravemente” el desarrollo actual y futuro de las niñas.
Los embarazos y la violencia doméstica, sexual y en la escuela son barreras que hunden en la pobreza e impiden el desarrollo pleno de millones de niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, alertó un estudio divulgado hoy por Plan Internacional, una organización no gubernamental.
La investigación “Por ser niña: Situación de las niñas y las adolescentes en América Latina y el Caribe”, hace énfasis en la situación de las niñas que viven en zonas rurales y urbanas marginales, y en las que pertenecen a grupos minoritarios, como indígenas y afrodescendientes.
Según el estudio, elaborado durante un año en los 12 países en los que opera Plan, Latinoamérica y el Caribe cuentan con poco más de 104 millones de niñas, infinidad de las cuales se ven lastradas en sus oportunidades de desarrollo sólo por ser jóvenes y mujeres.
En esa realidad inciden de forma determinante los embarazos tempranos, que muchas veces se dan como consecuencia de la violencia doméstica, en las escuelas y también por el ambiente social de la comunidad en que viven las niñas y las adolescentes.
La fecundidad en niñas y adolescentes menores de 18 años se ha incrementado en un 38 por ciento en la última década en países como Brasil, Bolivia y Colombia.
En Centroamérica, entre el 19 y el 37 por ciento de las adolescentes de entre 15 y 19 años sufren las consecuencias de esta violencia física y sexual. El diagnóstico que sale a relucir con esta investigación es que “si no mejora” la situación por la que atraviesan las niñas y adolescentes en la región “no saldrán de la pobreza”.
En México 57 por ciento de las mujeres ha vivido algún tipo de violencia
La diputada Delfina Elizabeth Guzman Díaz, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), consideró vergonzoso que en un país que se dice democrático las cifras de violencia alcancen índices alarmantes, donde 56.9 por ciento de las mujeres reconoce haber vivido algún tipo de violencia.
La mayoría de las mujeres en México, a pesar de contar con marco jurídico específico, son excluidas y discriminadas, pues de 57 millones de mujeres que hay en este país, 70 por ciento viven en pobreza.
Asimismo, 87 por ciento de las familias monoparentales son sostenidas por ellas, y las brechas de desigualdad se incrementan, pues en el ámbito laboral, ellas ganan menos salario que un hombre.
“Hay desigualdad en relación con los hombres y además se incrementa, pues el promedio las mujeres ganan entre 13 y 16 por ciento menos salario que ellos realizando la misma labor y, al ser en muchos de los casos, más capacitadas”, planteó.
Destacó que las mujeres han logrado tres cuestiones fundamentales: el reconocimiento a sus derechos políticos en 1953; el reconocimiento mundial a vivir libres de violencia y el empoderamiento con el reconocimiento de sus derechos sexuales y reproductivos.
La diputada Margarita Licea González, del Partido Acción Nacional (PAN) señaló que es necesario reflexionar sobre los avances del Estado en el tema del desarrollo de políticas públicas orientadas hacia la igualdad de género.
Planteó que a pesar del lenguaje incluyente en las campañas electorales y en discursos partidistas, los resultados no son lo suficientemente visibles como para señalar que se ha dado un avance.
Enfatizó que no se busca la alternancia de roles, sino compartir las responsabilidades, y dijo que el mejor festejo que puede recibirse en el Día de la Mujer es un acuerdo en donde se dé un compromiso sin simulaciones para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres.
Por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la diputada María del Rocío García Olmedo lamentó que el reconocimiento de los derechos humanos femeninos ante la violencia, la exclusión y la discriminación sigan siendo un reclamos.
Por el Partido Verde Ecologista de México, la diputada Ruth Zavaleta, dijo que aunque se festeja cada año a la mujer, en esta soberanía no se les da su lugar, ya que los temas de género se han pospuesto desde diciembre pasado, porque hay “puntos más importantes que discutir”.
Recordó que en la Comisión de Gobernación ya no se discutió, ni se aprobó presentar a pleno el cambio constitucional para que en el Código de Procedimientos Electoral (Cofipe) se estableciera exigir el 40 por ciento como de la participación femenina en las candidaturas, como lo determinó el Tribunal Electoral en las elecciones de 2012.
Por su parte, la diputada Aida Fabiola Valencia Ramírez, de Movimiento Ciudadano, comentó que no es suficiente con recordar a las mujeres en esta fecha, es preciso implementar políticas públicas para el reconocimiento de los derechos fundamentales de aquellas que aún viven severos rezagos y discriminación.
Por el Partido del Trabajo (PT), Ricardo García Garza, el único varón que se apuntó para hablar sobre el tema, enfatizó que la Cámara de Diputados es la prueba de la contribución de la mujer en la vida del país, por lo que resulta imprescindible seguir fomentando el acceso a la educación y al trabajo formal como reconocimiento de sus capacidades.
La diputada de Nueva Alianza, Dora María Guadalupe Talamantes, dijo que la participación política de las mujeres no debe ser concesión sino reconocimiento a su aportación a la democracia, y afirmó que la incorporación de las mujeres a la vida pública exige modificaciones estructurales, para la igualdad plena y desarrollo personal y social.
Las mexicanas y la ciencia
A pesar de que en los últimos veinte años el número de mujeres mexicanas que deciden estudiar carreras científicas se ha multiplicado más de 11 veces, las cifras aún revelan mayor participación de hombres dedicados a la ciencia.
Eva Bretón Báez, adscrita al Departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), reconoció que si bien las oportunidades para estudiar y ejercer una carrera científica son las mismas para hombre y mujeres, aún persiste un machismo sutil que no es exclusivo de ninguna carrera.
Liliana Quintanar Vera, adscrita al Departamento de Química del Cinvestav, señaló que si bien hay resquicios de ciertos prejuicios del papel de la mujer en ciertas áreas de la ciencia, se trata de un asunto generacional. ”En generaciones pasadas no se tenía plena conciencia de que las mujeres pudieran desarrollarse en esas áreas, pero hoy se trata de sortear las actividades familiares y profesionales -y poder hacerlo bien- con el trabajo científico y sentirse satisfecha”, destacó Quintanar.
A su vez, la investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas (DIE) del Cinvestav, Inés Dussel señaló estar convencida de que es en la educación básica donde las niñas pueden aproximarse o alejarse de las carreras científicas.
“Me parece importante el trabajo de la escuela para mostrar que sí hay mujeres científicas, que no tiene que haber vocaciones cerradas por género. La elección de una profesión tendría que ser en función de lo que nos interesa, nos gusta y nos conmueve”.
Por otro lado, el aspecto cultural y social también influye en la forma en que las mujeres perciben el conocimiento científico como algo poco asociado a lo femenino.
“Puede deberse a un condicionamiento social que la mujer dé preferencia o elija carreras en las cuales haya mayor contacto con la sociedad o simplemente puede ser una cuestión de gustos”, manifestó Bretón Báez.
La igualdad entre hombre y mujeres sólo existe en el papel: UE
Aunque gozan de una mejor posición en los países industrializados, las mujeres están muy lejos de cantar victoria. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, dijo que para esa región la igualdad entre hombres y mujeres es “un valor fundamental y vital para el crecimiento económico”, pero “sólo existe en el papel”.
Schulz denunció que la violencia de género contra las mujeres sigue siendo escandalosamente generalizada. Además, las mujeres han recibido un golpe más fuerte de la crisis, pues son quienes enfrentan en mayor medida el desempleo o los trabajos menos estables.
La brecha salarial media entre géneros en los 27 Estados miembros de la UE se sitúa en el 16.2 por ciento.
“Las mujeres están mucho menos representadas en los procesos de toma de decisiones políticas y económicas”, señaló el presidente de la Eurocámara. Para cambiar esta situación la UE apostó por tomar medidas concretas, como una cuota que reduzca en un 2 por ciento por año la diferencia salarial entre hombres y mujeres.
Las mujeres sufren con la crisis económica tasas más altas de desempleo que los hombres y la brecha salarial se mantiene mientras aumenta su presencia en política y en los consejos directivos gracias a las cuotas.
Según un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo, las mujeres han visto cómo la crisis ha destruido millones de empleos y cómo han empeorado las disparidades de género en el desempleo en el mundo.
En América Latina la participación femenina en el mercado laboral ha aumentado de manera importante, sobre todo porque en los últimos años las mujeres casadas se están incorporando al mercado laboral, informó el economista jefe del Banco Mundial para Latinoamérica, Augusto de la Torre.
Pero hay algunas buenas noticias: el desempeño educativo de las mujeres en América Latina empieza a superar el de los hombres, debido a que las latinoamericanas de clase media visualizan su preparación no como “una gran necesidad” sino como parte de la “realización humana”.
La presencia femenina en la política también ha aumentado, aunque esta alza aún depende de las cuotas, que son las responsables de que el número de parlamentarias en el mundo haya aumentado casi un uno por ciento en 2012 con respecto a 2011.
El año pasado, el Gobierno irlandés promulgó una ley encaminada a obligar a los partidos a incluir en las elecciones de 2016 al menos un 30 por ciento de candidatas en la Cámara Baja, mientras que el de Budapest aprobó a finales de 2012 que para el 2020 en los consejos de administración de las mayores empresas la presencia femenina alcance el 40 por ciento.
América es la región con el promedio de parlamentarias más alto del mundo con un 24.1 por ciento, mientras que en Europa el porcentaje subió hasta el 23.2 en 2012 frente al 17.4 por ciento de 2002, lo que muestra un progreso constante en la última década.
En el mundo de la empresa, el porcentaje de mujeres en los consejos de administración de las mayores empresas europeas aumentó en octubre del año pasado a un 15.8 por ciento, 2.1 puntos porcentuales más que diez meses antes.
Para ganarlo mismo que los hombres, las mujeres deben trabajar más
Para que una mujer cobre en la Unión Europea lo mismo que un hombre tiene que trabajar una media de 59 días más al año según datos de 2010 de Eurostat que apuntan que la brecha salarial media fue del 16.2 por ciento.
En la India, las diferencias de salario no forman parte del debate central sobre la discriminación femenina, dadas otras preocupaciones más urgentes como el analfabetismo, el alto número de agresiones sexuales y la violencia que en general se ejerce contra las féminas.
La situación de las mujeres en Pakistán arroja un panorama desolador, con una amplia discriminación a veces difuminada por la prominencia de algunas figuras femeninas en la política local, pero que se traslada a los ámbitos familiar, laboral y educativo.
En la tercera economía mundial, Japón, las mujeres sólo representan un 5 % de los miembros de los consejos de administración de las grandes empresas, según cifras de la OCDE.
La situación laboral femenina en
A pesar de los avances logrados en los últimos años en América, en países como Brasil las mujeres siguen ganando menos que los hombres y la tasa de desempleo también marca diferencia de género, pues entre las féminas es del 9,1 %, casi el doble de la registrada entre los hombres, del 4.9 por ciento.
El mercado laboral boliviano está participado en un 45 por ciento por las mujeres, pero el 90 por ciento de ellas tiene empleos precarios, y más de la mitad de este grupo afronta una “precariedad extrema”, según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario.
En países centroamericanos como El Salvador, aunque no existen cuotas de mujeres en empresas e instituciones públicas, la nueva Ley de Partidos Políticos fija un mínimo de 30 por ciento de participación de la mujer en las listas electorales.
El caso de Papúa Nueva Guinea, donde quemaron a una mujer por brujería
La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció hoy la indiferencia generalizada por parte de las autoridades y las sociedades en general ante la violencia contra las mujeres.
“Constantemente las autoridades responsables de proteger a las víctimas y de perseguir estos crímenes se encogen de hombros y miran hacia otro lado cuando se enteran de violaciones y otros crímenes de género”, señaló la responsable.
Pillay manifestó que a pesar de que casi todos los países del mundo poseen algún tipo de marco legal al respecto, muchos políticos, policías, magistrados justicia y ciudadanos de a pie “miran colectivamente hacia otro lado” cuando ocurren ese tipo de violaciones de los derechos humanos.
La alta comisionada citó casos de violencia contra las mujeres como el que tuvo lugar hace escasas semanas en Papúa Nueva Guinea, cuando una joven de 20 años y madre de dos hijos fue desnudada y torturada hasta hacerla confesar que practicaba la brujería, para luego quemarla viva y sus restos arrojados en un vertedero local frente a una multitud.
También en febrero, tres hermanas -de cinco, nueve y once años- que vivían en una remota aldea en la India fueron violadas, asesinadas y lanzadas a un pozo.
“Inicialmente las autoridades no reaccionaron, pero después de que los aldeanos bloquearan una carretera en protesta, la policía inició tardíamente una investigación”, explicó Pillay.
Ese mismo mes, una joven de 17 años fue encontrada horriblemente mutilada en un edificio en construcción en Sudáfrica tras haber sido violada por un grupo de personas.
“La joven murió horas después del ataque. Los sospechosos fueron identificados y arrestados tras una inusual ola de protestas”, detalló la alta comisionada.
Pillay declaró que estos casos demuestran como la indiferencia hacia la violencia de género ha provocado consternación pública, al menos momentáneamente, pero la ira temporal no es suficiente. “Las investigaciones serias deben ser la norma y no orquestarse sólo cuando los medios de comunicación destacan un caso particular”.
Urge superar los “peligrosos” estereotipos que contribuyen a la discriminación femenina: FIP
La Federación Internacional de Periodistas instó a los medios de comunicación a superar los “peligrosos” estereotipos que contribuyen a la discriminación de las mujeres. “Hay que reflexionar sobre el retrato que se hace de las mujeres en los medios”, dijo Mindy Ran, la presidenta del consejo de género de la federación.
El llamamiento se enmarca en el conjunto de iniciativas que viene proponiendo la FIP en los últimos años para reclamar un “justo y equilibrado retrato de género” en las noticias, bajo la premisa de la responsabilidad que tiene la prensa.
La organización animó a desarrollar líneas directrices y verificaciones éticas como “punto de arranque” para hacer frente a “estereotipos, el silencio, la represión, la intimidación o violencia y la discriminación”.
“Ahora es el momento de emprender más acciones”, enfatizó Mindy Ran. “Encender una luz en lugares donde algunos no quieren que se vean sus acciones puede ser algo muy peligroso”.
Ran puntualizó que es momento de que los medios de comunicación asuman la responsabilidad con una información ética en relación con el género, lo que significa romper con peligrosos estereotipos y muros de silencio que esconden discriminación, violencia y, en algunos casos, muerte.
“El no presentar la vida de las mujeres como esencial, valiosa y merecedora de respeto, sino como simples víctimas o ciudadanos de segunda clase, transmite a nuevas generaciones enteras que está bien hacer eso”, concluyó Ran.