Un suicida se inmoló el sábado durante el funeral de un miembro de la minoría iraquí Shabak, provocando la muerte de 21 personas en la provincia de Nínive, en el norte del país, dijeron fuentes médicas y de seguridad.
No estaba claro de manera inmediatamente quién fue el autor del ataque, pero en el pasado extremistas suníes han atacado a los shabak – mayoritariamente chiíes – advirtiéndoles de que dejen la zona.
El delicado equilibrio confesional se ha visto sacudido por la guerra en la vecina Siria, en la que sobre todo rebeldes suníes se enfrenta al Gobierno, que es apoyado por el Irán chií.
El funeral se desarrollaba en Bartella, a unos 25 kilómetros (15 millas) al este de Mosul, la capital de Nínive.
“Yo estaba en el funeral, sentada con las mujeres, cuando escuchamos una fuerte explosión”, dijo Umm Mohammed. “Cuando salimos, encontramos a algunos hombres heridos o muertos”.
En los últimos meses, insurgentes islamistas suníes, que consideran a los chiíes como no creyentes, han recuperado impulso, lo que hace temer una escalada en la violencia entre confesiones como la que se disparó en 2006 y 2007 tras la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003.
En agosto murieron unos 800 iraquíes en actos de violencia, según información de Naciones Unidas. En sus niveles los máximos, el número de víctimas mortales superó las 3.000 al mes en algunas ocasiones.