Una marcha en apoyo a los maestros en huelga de Rio de Janeiro, que reunió a más de 10 mil personas, terminó anoche con enfrentamientos entre la Policía y anarquistas enmascarados, que depredaron edificios en el centro.
La manifestación comenzó en la tarde y la presencia de la policía fue discreta. Pero entrada la noche, cuando los manifestantes llegaron al Concejo Municipal se registraron los primeros focos de violencia.
Un autobús fue incendiado en el medio de la transitada avenida Rio Branco, los vidrios de varios kioscos y agencias bancarias fueron destruidos e incluso sillones fueron extraidos para usarlos de barricada.
El batallón de choque dispersó a los manifestantes con bombas lacrimógenas.
Unos 200 enmascarados del grupo anarquista ‘Black Blocs’ trataron de invadir el edificio público, lanzando bombas improvisadas contra la fachada y quemando basura en la calle. La policía, que terminó pidiendo apoyo del batallón de choque, respondió con gases lacrimógenos.
“Sin Policía no hay violencia, cuando están siempre hay”, dijo antes de los enfrentamientos a la AFP Hugo Cryois, un ‘Black Bloc’ de 23 años con el rostro cubierto con un trapo negro y con una máscara de gas colgándole en el cuello y un escudo de plástico con una ‘A’ anarquista blanca.
“Vine preparado, no se puede confiar”, lanzó.
Con la violencia, terminó esta manifestación convocada a través de las redes sociales para apoyar una huelga de maestros de escuelas públicas, que comenzó hace más de dos meses por un mejor paquete salarial y plan de carrera.
Según el sindicato de maestros, asistieron 50 mil personas, aunque la Policía informó que fueron 10 mil.
No hay información de detenidos o heridos.
En Sao Paulo, un grupo de manifestantes que apoyaba las acciones en Rio terminó también enfrentado a la Policía.
La marcha de los maestros transcurrió de forma pacífica bajo la consigna “¡Fuera Cabral y Eduardo Paes!” (NDLR: Sergio Cabral es el gobernador del estado de Rio y Paes el alcalde de la ciudad) hasta el Concejo Municipal en la plaza Cinelandia.
Frente al ayuntamiento, un grupo de indígenas encendió una fogata, mientras grafiteros escribieron en la fachada en letras rojas: “+ libros y – bombas” lacrimógenas, en referencia a la dispersión de otras manifestaciones por la Policía.
La huelga de maestros de las escuelas de primaria, administradas por el municipio, comenzó hace 53 días en rechazo a un plan de carrera y de salarios, que según el sindicato beneficia sólo a 7% de sus afiliados, que trabajan 40 horas a la semana en la misma escuela.
En la actualidad, un profesor gana 25 reales (11.3 dólares) la hora.
A las escuelas públicas van los niños de los sectores más pobres de la población y los sueldos de los profesores son muy bajos, denuncian los sindicatos. Los estudiantes de las clases sociales más altas asisten generalmente a colegios privados.