Bernardo Hernández/PórticoOnLine
El titular de la Secretaría de Infraestructura de Zacatecas, Mario Rodríguez Márquez intentó, en declaraciones a los medios locales, atribuir la responsabilidad por las deficiencias en la restauración de la Catedral exclusivamente a la empresa contratada.
Sin embargo, en el oficio con número CINAHZ-JUR/469/2013 emitido por el Conaculta y dirigido al secretario Rodríguez se deja claro que la dependencia estatal tuvo su parte de culpa en los trabajos malhechos.
En 2011 el gobierno estatal presentó el documento denominado “Proyecto de Rehabilitación de Cúpula Mayor y Bóveda en Cubiertas de la Catedral Basílica de Guadalupe”. Dicho plan consistía en intervenir las azoteas, bóvedas, cornisas, linternilla de la cúpula principal y demás elementos del inmueble.
La Secop (nombre anterior de la Sinfra) y la empresa IA Restaurare, S.C., firmaron un contrato por un monto de 9 millones 801 mil 529 pesos.
Los trabajos iniciaron en enero de 2012 y durante su desarrollo autoridades federales encontraron deficiencias que se hicieron del conocimiento de la secretaría estatal.
El 28 de septiembre de 2012 personal del INAH y de la dependencia estatal se reunieron. En dicha junta se asentó que, entre otras cosas, el bruñido colocado en el área de la Cúpula Mayor no trabajaba adecuadamente porque con las lluvias de agosto y septiembre se habían humedecido todos los gajos de la misma. En el monitoreo se encontraron craquelamientos, humedad y una aplicación no homogénea con áreas porosas, fisuras severas, desprendimiento del bruñido y mala aplicación del color.
La Secop, la constructora y el INAH realizaron un monitoreo para elaborar un dictamen técnico sobre los bruñidos de la cúpula mayor. El resultado fue que las intervenciones realizadas por la empresa fueron mal ejecutadas.
Con esos elementos se determinó que el acabado bruñido debía ser retirado en su totalidad para reintegrarse nuevamente con los procedimientos y materiales adecuados. Esto en una junta del 26 de octubre de 2012.
¿Y qué fue lo que pasó según el INAH? “(…) la contratista y la SECOP dieron inicio a los trabajos de resarcimiento de daños sin dar aviso oportuno a este Instituto, por lo que no fue posible supervisar oportunamente los trabajos, detectándose posteriormente que estos fueron ejecutados sin cumplir con los procedimientos adecuados”.
Esto se hizo del conocimiento de la dependencia estatal en enero de 2013.
Los remedios colocados no fueron suficientes y con las lluvias de septiembre, esta vez de 2013, el personal del INAH constató que “derivado de las deficientes intervenciones que se realizaron (…) se ha causado daño al monumento histórico denominado Catedral Basílica de Zacatecas”.
Las secciones de Catedral que presentaban daños, según el INAH, son: Naves Sur, Norte y Central, la Cúpula Mayor y la Linternilla. En conjunto el área afectada representó el 18% del total de las azoteas intervenidas. La conclusión del instituto nacional fue que los daños ocasionados al inmueble derivados de las fuertes lluvias se debieron a la mala ejecución de los trabajos dentro del proyecto de rehabilitación.
El secretario Rodríguez afirma que la culpa es de la empresa, pero en la dependencia a su cargo, supieron todo el tiempo que las cosas iban mal.