Si bien el delito de robo de vehículos con violencia ha ido a la baja en los últimos años, hecho que las autoridades estatales destacan porque es uno de los crímenes que más influyen en la percepción ciudadana sobre la inseguridad, el despojo de automóviles por vías más pacíficas ha tenido un notable incremento.
De acuerdo con las tablas de incidencia delictiva de la Procuraduría General de Justicia del Estado en 2010 el Ministerio Público estatal tomó conocimiento de 757 robos violentos de vehículos, los despojos sin agresión sumaron 1 mil 721 casos.
Al año siguiente en la dependencia anotaron que hubo 1 mil 044 crímenes violentos en los que automovilistas perdieron su medio de transporte; el número de ilícitos sin golpes ni amenazas que dejó a pie a los propietarios de vehículos fue de 1 mil 680.
Para 2012, la cifra de despojos de coches, camionetas y demás muebles, con agresión incluida, bajó a 823 casos. La cantidad de ilícitos sin armas ni amenazas, sólo con la habilidad de los ladrones creció a 2 mil 607 casos.
El año pasado, la cantidad de automotores robados con violencia volvió a reducirse, fueron 517 averiguaciones las que se abrieron. El despojo de vehículos sin violencia también se redujo aunque la cifra se mantuvo por encima de los dos mil casos. En total se registraron 2 mil 281 ilícitos de ese tipo.
El año pasado enero fue el mes de mayor actividad para los ladrones de medios de transporte con 245 robos sin violencia y 99 en los que las víctimas fueron amedrentadas.
En los últimos tres años, el robo de vehículos en Zacatecas no ha bajado de los 2 mil casos con sus dos modalidades combinadas.
El total del periodo 2011-2013 es de 8 mil 952 automotores sustraídos en territorio zacatecano, un promedio de 2 mil 984 vehículos robados por año, o 248.6 al mes.
En la Procuraduría General de Justicia del Estado hay preocupación ante un posible incremento en los delitos de extorsión y secuestro. El robo de automóviles en Zacatecas ha pasado desapercibido desde que se pusieron en marcha operativos, policíacos y de propaganda, para quitarle al estado su fama de poseer carreteras peligrosas.