Una huelga de 48 horas que inician a las 20.00 horas GMT de hoy los empleados del Metro de Londres, en protesta por el cierre de taquillas, amenazacon colapsar la ciudad, donde tres millones de personas usan a diario ese medio de transporte.
Los trabajadores del “Tube” empiezan el paro después de que fracasasen hoy las negociaciones de última hora entre el Sindicato Ferroviario, Marítimo y del Transporte (RMT, siglas en inglés) y la compañía London Underground (LU).
El paro coincidirá el miércoles con la semifinal de la Liga de Campeones entre el Chelsea y el Atlético de Madrid, que se disputará desde las 18.45 horas GMT en el estadio londinense de Stamford Bridge, lo que puede provocar un caos para los miles de aficionados que acudan a este encuentro.
Cada vez que hay huelga, la capital británica prácticamente se paraliza puesto que el metro es el principal medio de transporte para los ocho millones de habitantes de la capital.
El paro fue convocado por el sindicato RMT por el planeado cierre por parte de LU de 260 oficinas de venta de billetes el próximo año, con la supresión de 950 puestos de trabajo.
Además de este paro, el RMT ha convocado una segunda huelga de 48 horas para la próxima semana.
Los sindicatos y la empresa mantuvieron hoy sin éxito una segunda ronda de contactos tras la primera de la semana pasada.
El secretario general del RMT en funciones, Mick Cash, ha insistido en que es “esencial” mantener la promesa que se les hizo de revisar los recortes y los cierres en las estaciones.
Cash aseguró que LU no ha querido “ceder ni una pulgada” en su determinación de cerrar las oficinas de billetes.
“Nada de lo que proponen es para ‘modernizar’ el servicio -dijo Cash-. Los planes de cerrar las taquillas y eliminar casi mil empleos críticos para la seguridad responden únicamente a los recortes impuestos a nivel central por el Gobierno de David Cameron y ejecutados por (el alcalde de Londres) Boris Johnson”.
El servicio de arbitraje Acas se puso hoy a disposición de las partes para volver en cualquier momento a la mesa de negociaciones.
Sin embargo, LU insiste en que apenas el 3 por ciento de los billetes de tren se venden en las ventanillas, ya que casi todos los usuarios utilizan la tarjeta electrónica “Oyster”, que cargan en las máquinas de las estaciones o de manera automática a su tarjeta de crédito.
El director gerente del LU, Mike Brown, dijo hoy que el sindicato debería suspender el paro y “evitar un caos a los pasajeros y a las empresas”, ya que éstas se verán afectadas porque mucha gente tendrán dificultades para llegar a sus puestos de trabajo.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, dijo que la huelga “no tiene sentido” y pidió hoy al sindicato que la cancele.
Hace unos días, el primer ministro, David Cameron, llegó a calificar de “injustificada e inaceptable” la huelga.
El metro de Londres da servicio a más de tres millones de pasajeros diariamente en sus 275 estaciones y sus 408 kilómetros de vías, lo que lo convierte en el tercero más extenso del mundo, después de los de Seúl y Shanghái (China).
Gestionado por la empresa pública Transport for London (TfL) aunque con el servicio de mantenimiento privatizado, este suburbano es uno de los más caros del mundo, ya que un billete sencillo de zona 1 (el centro de una ciudad que está dividida en seis zonas) cuesta 4,70 libras (5,6 euros).
Cada enero, las tarifas suben alrededor de un 6 por ciento de media, lo que le ha permitido a TfL, perteneciente al Ayuntamiento de Londres, registrar beneficios anuales de unos 1.981 millones de libras (2.377 millones de euros).