Después de la tragedia registrada en el municipio de Mazapil el pasado 29 de Julio, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo do Noriega Barceló informó que se está trabajando en cinco fases diferentes para el apoyo a los zacatecanos afectados, tal y como se acordó con Filiberto Campos, párroco en aquel municipio.
El obispo explicó que estas fases van desde el acompañamiento pastoral en una primera etapa, seguido de la reconstrucción moral y espiritual de los afectados, mientras que una tercera y cuarta fase será generar nuevos protocolos de prevención en peregrinaciones y procesiones religiosas; y finalmente la restauración del ambiente, la cual se podría dar hasta el próximo año.
Informó que a partir de la semana entrante solicitará apoyo del encargado de pastoral social para preparar a las personas en su duelo y acompañarlas en este proceso de resignación.
Refirió que al respecto de conocer la ruta, la diócesis zacatecana no está encargada de esta labor por lo que se insistirá en dar a conocer las actividades religiosas que involucren peregrinaciones o procesiones 15 días antes de su realización, con la finalidad de que las autoridades puedan organizar y reorientar el tránsito vehicular.
Asimismo Sigifredo Noriega señaló que un tema de importancia es la regulación de la utilización de la pólvora en los eventos religiosos.
Finalmente envió un mensaje a Julián Azahel, – conductor del camión que causara la muerte de 27 peregrinos -, de esperanza, confianza y fe, ya que también es víctima, dijo, de estos lamentables hechos y de la secuelas morales, espirituales y económicas,
“No podemos constituirnos como jueces, somos hermanos y somos solidarios como cristianos”, dijo.