ZACATECAS.- Luego de las trágicas muertes de mujeres como resultado de duras golpizas en los municipios de Mazapil y Guadalupe que se registraron durante la semana, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Monseñor Sigifredo Noriega Barceló, lamentó los hechos que aseguró son terribles, aunque también aclaró que no deben hacerse distinciones cuando se trata de muertes.
En conferencia de prensa, Noriega Barceló hizo un llamado a las autoridades para que en todo tiempo se valore la vida del ser humano así como el hecho de que se atente contra ella de cualquier forma.
“Es repugnante y condenable totalmente quitarle la vida a alguien.”
Reiteró además que en la sociedad zacatecana existe una crisis de valores y llamó a todos los miembros de las familias a reflexionar sobre la posible extinción de la dignidad del ser humano, así como del respeto y la convivencia sin distingo social.