Esculpir el Tiempo[1]
Dr. Álvaro Luis López Limón
“Una imagen poética que he creado
en algún momento, se convierte en realidad concreta,
palpable, se materializa y
–lo quiera o no–
empieza a ejercer influencia en mi vida”
Andrei Tarkovski
“¿Qué ancestros hablan en mí? No puedo vivir al mismo tiempo en mi cabeza y en mi cuerpo. Esa es la razón por la que no puedo ser sólo una persona. Puedo sentir en mí infinidad de cosas al mismo tiempo. El gran mal de nuestra época es que ya no quedan grandes maestros. La senda del corazón está cubierta de sombras. Debemos escuchar las voces que parecen inútiles. En cerebros llenos de largas tuberías de desagüe. De muros de colegio, de asfalto y de prácticas asistenciales. ¡Que entre el zumbido de los insectos! Debemos llenarnos, ojos y oídos con cosas que son el principio de un gran sueño. Alguien debe gritar que construiremos las Pirámides. ¡No importa si no podemos construirlas! Debemos alimentar el deseo y estirar los rincones del alma, como una calle sin fin. Si queréis que el Mundo siga adelante, debemos tomarnos de las manos. Debemos mezclar lo que se considera sano, con lo considerado enfermo. ¡Vosotros los sanos! ¿Qué significa vuestra salud? Los ojos de toda la humanidad están mirando al foso en donde nos estamos precipitando. ¡La libertad es inútil si no tenéis el coraje de mirarnos a la cara, comer, beber y dormir con nosotros! ¡Es lo considerado sano lo que ha llevado al Mundo al borde de la catástrofe! ¡Hombres, escuchad! En vosotros, agua, fuego y después cenizas. Y los huesos dentro de las cenizas. ¡Los huesos y las cenizas! (…) ¿Dónde estoy, cuando no estoy en la realidad o en mi imaginación? He hecho un nuevo pacto con el Mundo. Debe estar soleado a la noche, y nevado en agosto. Las grandes cosas acaban, las pequeñas perduran. La sociedad debe lograr unirse de nuevo, en vez de desunirse. Sólo mirad la naturaleza, veréis que la vida es simple. Debéis volver a donde estuvisteis. Al punto donde tomasteis el desvío erróneo. Debemos volver a los principales fundamentos de la vida. Sin ensuciar el agua. ¿Qué clase de mundo es éste, si un loco os dice, que deberíais estar avergonzados?”
Estas palabras son un fragmento del sublime film de Andrei Tarkovski, Nostalgia (1983), expresa al menos tres ideas-clave, a saber: la primera es que no vivimos aislados los unos de los otros, en soledad, extraviados, y abandonados, sino por el contrario, estamos conectados por lazos interpersonales y emocionales, unidos en el presente por nuestro pasado y las posibilidades del futuro; la segunda es que Tarkovski exhibe muestra la intención de penetrar en un lenguaje de imágenes, sinceras y reales, que revelen la verdad contenida en la interioridad profunda de cada personaje y las relaciones sutiles que existen entre lo íntimo, entre los fenómenos más secretos de la vida; la tercer idea es que la película es un reflejo su alma, es la expresión de su exilio italiano en una especie de dualismo, pues por un lado está la nostalgia de su familia y su país que lo sumergen en una profunda melancolía, y por el otro, en su interior subsiste la necesidad de hacer algo por la humanidad, a la que desea mostrar aquello que habita en su alma. Al interrogarnos por su articulación de semejante situación, advertimos que en la constitución psicológica de su dos personajes centrales, Gorchakov y Domenico, radica la fortaleza y profundidad de su convicción interior, llevando a cada uno a afrontar las dificultades propias de sus respectivos destinos.
Así pues la película es una forma de sobreponerse a ese estado de tristeza y melancolía, de sublimar la nostalgia que se carga en el alma, de esculpir el tiempo.