El primer ministro francés, Édouard Philippe, anunció este martes la congelación de los precios del gas, la electricidad y de los carburantes como medidas de choque para “apaciguar” las protestas de los llamados “chalecos amarillos”.
En una declaración televisada, Philippe consideró que “ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la nación”, y adelantó que también se suspende el endurecimiento de la inspección técnica de vehículos, otra de las demandas originales del movimiento.
“Esta cólera, que viene de lejos y durante mucho tiempo ha estado muda, hoy se expresa con fuerza y de forma colectiva. Habría que estar sordo y ciego para no verla y escucharla”, señaló el primer ministro, quien dijo que se abrirá un diálogo nacional para revisar por completo el sistema fiscal francés.