Por Álvaro Luis López Limón
PRESENTACIÓN
Algo horrible,
nuevo y tan importante como jamás le había sucedido,
se estaba realizando dentro de su ser.
Y él era el único que lo sabía;
los que lo rodeaban no lo comprendían
o no querían comprenderlo,
y pensaban que todo seguía igual que siempre.
León Tolstoi[1]
El enfermo –descrito en La Muerte de Iván Ilich– estaba cada vez más irritable, le parecía imposible engañarse sobre la gravedad de sus males. Para el enfermo –como en el caso de nosotros– es absurdo seguir ocultado el malestar siniestro que la guerra y sus formas de violencia provocan en la conciencia colectiva y en nuestras vidas.
Las siguiente reflexión tienen como propósito delinear las condiciones de posibilidad que nos conduzcan a demostrar que, explorando el pensamiento de León Tolstoi, encontraremos la construcción de una Cultura para la Paz. Al respecto expresamos un par de elementos que –como parte de algunas líneas de investigación– ratifican nuestra afirmación: primero, consideramos que las aportaciones más originales del pensamiento ruso residen no solamente en la Filosofía de corte académico, sino que también anidan en su Literatura, sería inadmisible no conocer a Pushkin, Gogol, Dostoievski, Tolstoi y Chejov; segundo, el florecimiento y punto culmen en la Novela Rusa del Siglo XIX son Tolstoi y Dostoievski. Al respecto y apoyándonos Georges Steiner diremos:
Este florecimiento[…] representa uno de los tres momentos de triunfo en la historia de la literatura occidental; los otros dos corresponden a los tiempos de la tragedia griega y Platón, y a la época de Shakespeare. En los tres, el pensamiento occidental saltó hacia delante desde las tinieblas mediante la intuición poética; en ellos se reunió mucha de la luz que poseemos sobre la naturaleza del hombre”[2]
Así pues, ya hemos puntualizado nuestra intención. Hoy afirmamos que León Tolstoi analiza con precisión la naturaleza humana y apuesta por su evolución en torno a la construcción de un nuevo modelo de ciudadano, que hunda las raíces de su crecimiento en el amor social, la solidaridad, la redistribución social de la riqueza, la igualdad para todos los seres humanos, la vida en comunidad y la educación; a partir de aquí es posible pensar en una Cultura para la Paz.
TOLSTOI: Claves de su Pensamiento
A partir de Guerra y Paz (1869) Tolstoi explora la naturaleza humana en situaciones de guerra y las condiciones de vida deplorables, así como la ausencia de paz durante las batallas de Napoleón en su desmedido afán por extender su imperio; muestra el ego y las vicisitudes de familias aristocráticas rusas envueltas entre en la vorágine de las guerras napoleónicas, los contrastes sociales entre cenas, bailes, celebraciones y caza, frente a un gran número de vidas de trabajo arduo e inacabable en el frente (ver la excelente descripción de las batallas de Austerlitz y Borodino).
En su búsqueda por encontrar el sentido de la historia, la naturaleza del poder y la paz, Tolstoi edifica todo un tratado teórico sobre el fenómeno de la guerra, ya que en la sección dedicada a la batalla de Borodino, hace que el Príncipe Andrés Bolkonsky medite sobre el significado de la acción humana, el carácter trágico de la historia y la vanidad de los que pretenden dominar y encabezar acciones tan crueles y de tan imprevisibles consecuencias como las guerras, al respecto nos dice:
No existe, y no puede existir, una ciencia de la guerra, y por lo tanto no puede hablarse de genios militares. ¿Cómo va a ser posible una ciencia sobre una materia (la guerra) cuyas condiciones y circunstancias son desconocidas y no pueden ser definidas, en especial en vista de que la fuerza real de los contrincantes nunca puede calibrarse con precisión? [3]
En su obra se puede subrayar un carácter antibelicista, asegurando que –tal vez– la guerra es necesaria pero también es mala y es un deber moral de los hombres –al igual que a la violencia– rechazarla, pues ambas son causadas exclusivamente por la voluntad de poder en el hombre.
Conclusión
Tolstoi nos propone una filosofía de la historia, una visión del sentido de la acción humana, una interpretación de las causas de la guerra y de los dilemas éticos que se derivan de los conflictos sociales y las relaciones individuales. A lo largo de su obra erigió un dispositivo que le asigna sentido a sus acciones, la educación. Únicamente con la educación, como fundamento de una cultura para la paz, pueden transformarse las conciencias, ya que, a partir de una minoría interiormente evolucionada, espiritualmente pacificada, se origina la extensión y transformación de las estructuras sociales y de la forma de vida entre los seres humanos.
Noviembre de 2019
Ciudad de Jerez, Zacatecas.