El bombardeo estadounidense sin precedentes que mató el viernes en Bagdad al general iraní Qasem Soleimani y al líder paramilitar iraquí Abu Mehdi Al Muhandis abre un periodo de incertidumbre para Estados Unidos y sus aliados en la región.
– ¿Cómo se llevó a cabo la operación? –
El Pentágono no entregó detalles de la operación, aunque dejó en claro que el presidente Donald Trump dio la orden de llevarla a cabo.
Según varios medios estadounidenses, se utilizaron drones que golpearon dos vehículos en una carretera que conduce al aeropuerto internacional de Bagdad.
Soleimani, que comandaba las fuerzas especiales Quds de Irán y era considerado como una de las figuras más poderosas del país, viajaba en uno de ellos.
Abu Mehdi Al Muhandis, el número dos de Hashd Al Shaabi, coalición paramilitar mayoritariamente pro-Irán, también murió en el atentado.
– ¿Por qué ahora? –
Estados Unidos ha seguido de cerca los pasos de Soleimani y podría haberlo atacado antes.
El Pentágono aseguró que el general había estado “desarrollando activamente planes para atacar diplomáticos estadounidenses y miembros del servicio en Irak y en toda la región”.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó que Soleimani tramaba “una acción importante” que amenazaba la vida de cientos de estadounidenses y que era “inminente”.
El jueves por la mañana, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, advirtió que Estados Unidos no dudaría en tomar “medidas preventivas” si tenían información sobre nuevos ataques.
– ¿Cuáles son las consecuencias? –
El precio del petróleo ha subido más de un cuatro por ciento tras la muerte de Soleimani, por los temores del mercado a un aumento de las tensiones en la región.
Irán prometió el viernes venganza “en el lugar y momento apropiados” tras la muerte en Bagdad de su poderoso general Qasem Soleimani, víctima de un bombardeo con dron de Estados Unidos, un audaz ataque que disparó la tensión en Oriente Medio y en el mercado petrolero, mientras que la comunidad internacional pedía calma.
Muchos grupos pro-Irán en la región tienen la capacidad de llevar a cabo ataques contra bases estadounidenses en los estados del Golfo, así como contra petroleros y buques de carga en el Estrecho de Ormuz que Teherán podría cerrar en cualquier momento.
AFP