Por: Gerardo Martínez
La crisis del Coronavirus ha interrumpido la vida cotidiana y ha dado un duro golpe a las pequeñas empresas de nuestro país, algunas se han visto en la necesidad de cambiar su giro para poder continuar, generar ingresos y así apoyarse entre mexicanos.
Tal es el caso de Don Raúl, un emprendedor maquilero de la Ciudad de Tehuacán en el Estado de Puebla, quien tuvo que cambiar la confección de camisa por la del cubrebocas, producto que se ha vuelto indispensable para los mexicanos, luego de que 17 de los 32 estados del país decretaran como medida sanitaria su uso obligatorio.
El pasado 28 de febrero después de confirmarse el primer caso de COVID-19 en México y con éste el avance inevitable de la enfermedad por el país, varias empresas del ramo textil se vieron afectadas. Algunas maquiladoras cerraron sus puertas y mandaron a descansar a sus trabajadores con medio sueldo y, otras más, sin pago hasta nuevo aviso.
Don Raúl estuvo a punto de ser uno de ellos y detener labores debido a la falta de trabajo.
“Otras dos semanas más y mando a descansar a la gente, no había trabajo” menciona en entrevista para Pórtico Mx.
Cuando el forzoso cierre se aproximaba le ofrecieron dejar atrás la confección de pantalón y camisa para abrirle paso a los cubrebocas,
“no había trabajo y los clientes en la Ciudad de México me decían que hasta finales de noviembre podría volver a comenzar la confección de pantalón y camisa, pero, ¿mientras?, ¿qué le digo a mi gente?, ¿qué comemos?, llegó la oportunidad de los cubrebocas y la tomamos”.
Fue así como Don Raúl hizo la reconversión de su manufactura, adaptó su taller y comenzaron a confeccionar cubrebocas. Con esto, pudo seguir siendo una fuente de empleo para al menos 55 personas y aportar su granito de arena para combatir la crisis del COVID-19.
“Le damos trabajo a la gente, y la gente tiene algo para llevar a su casa, ¿no? Pues imagínate si nosotros nos hubiéramos ido a descansar mes y medio pues ya no tendrían qué comer igual que nosotros. Porque nosotros vivimos de ellos y ellos de nosotros, o sea, somos como un grupo, un equipo.” Menciona Don Raúl
La industria maquilera es fuente de trabajo para muchos tehuacanenses desde hace varias décadas. El año pasado este sector atravesó por una crisis muy fuerte debido a la falta de trabajo, lo que ocasionó el cierre de algunas maquiladoras y otras tantas se vieron afectadas en su producción, informó Rufino López Pérez. Presidente de la CANAIVE.
Esta maquiladora asiste a otros talleres con trabajo para poder cubrir la cuota que ronda entre los 800 mil cubrebocas por semana, empleando a 450 personas, aproximadamente. No obstante, es una actividad que apenas alcanza para vivir al día.
“Que salga para comer y para irla llevando, pues sí, porque el cubreboca lo pagan demasiado barato, o sea, no es lo mismo una camisa que un cubreboca, aquí tenemos que sacar cantidad para que podamos sobrellevarla”.
Esta es la otra cara del COVID-19, la de los pequeños empresarios, que así, como Don Raúl, se han visto en la necesidad de adaptarse para no cerrar sus negocios que han sacado adelante desde hace años. Además de generar empleos para el sustento de muchas familias tehuacanenses, tienen la satisfacción de apoyarse, mantener la esperanza y motivación que México necesita en la lucha contra el CORONAVIRUS.
Y aquí sigues. Donde la tierra se abre y la gente se junta.
Juan Villoro