Al menos 26 personas murieron y 50 resultaron heridas en dos atentados registrados en Bagdad, la capital iraquí, lo que marca la espiral de violencia que atraviesa esta nación árabe en las últimas semanas.
Cuatro bombas estallaron en la zona al-Bur Saba, situada al norte de Bagdad, y mataron al menos a 15 personas, mientras que una explosión en un mercado del área de Dora, al sur de la capital, dejó 11 fallecidos, informaron funcionarios locales.
Según un balance provisional de fuentes policiales y servicios médicos, al menos 50 personas resultaron heridas en los dos atentados en zonas predominantemente sunita, reportó la agencia iraquí de noticias NINA (News Iraqi National Agency).
Reportes preliminares indican que una bomba escondida detrás de un kiosco en el interior del mercado al Athorein fue detonada cuando se encontraban decenas de personas haciendo sus compras.
Los milicianos a menudo se dirigen a lugares concurridos como mercados, cafés y mezquitas para infligir grandes bajas.
Más de cuatro mil personas han muerto durante los últimos meses por actos de violencia, sin embargo suman más de seis mil los muertos en lo que va del año, según reveló un reporte independiente.
La víspera, al menos 33 personas murieron a consecuencia de los atentados registrados en distintos puntos de Iraq, incluido un ataque coordinado por parte de milicianos contra edificios del gobierno local y de la policía en el norte del país.
Los ataques se producen cuando los insurgentes tratan de reiniciar los conflictos sectarios una década después de que Estados Unidos invadiera el país.
El nivel de violencia no se había registrado desde que Iraq estuvo al borde de una guerra civil en 2008 -pese a los llamados de líderes políticos chiitas y sunitas para evitar el derramamiento de sangre.