La mirada y la palabra de Juan Gómez:
Más de 190 homicidios dolosos se han generado en Zacatecas durante este semestre del año. Se agregan balaceras en distintos rumbos del estado y sobre todo en los municipios de Fresnillo, Zacatecas y Guadalupe, así como el hallazgo de una narcofosa de la que, hasta el momento la procuradora de Justicia del estado, Leticia Catalina Soto Acosta, confirmó seis cuerpos y está por identificarse otros restos humanos.
Durante la campaña del 2010 el principal compromiso del entonces candidato priista al gobierno del estado, Miguel Alonso Reyes, fue el de erradicar la inseguridad que ya asomaba su siniestro rostro en Zacatecas y que constituía, un flanco del talón de Aquiles de la entonces gobernadora Amalia García Medina.
Al triunfo de la campaña electoral y una vez que tomó el mando del estado, en febrero de 2011 se suscitó un hecho de gran impacto por la violencia de su alcance. Una tremenda balacera en las inmediaciones de la casa particular del mandatario estatal. Al otro día del acontecimiento pocos zacatecanos salieron a las calles. La sociedad, después de un letargo de tranquilidad, no estaba acostumbrada a esos hechos de impacto.
La presente administración ha invertido hasta el momento más de 3,500 millones de pesos para contener y erradicar este fenómeno delictivo generado por la lucha entre bandas del crimen organizado por la plaza zacatecana.
Se construyeron bases militares, se compró armamento, se edificaron las Unirse en algunos municipios, se instalaron las Bases de Operación Mixta, se incrementó el número de policías estatales y ministeriales, se aumentó el sueldo a las corporaciones, se adquirió nuevo armamento y unidades motrices como los rinocerontes acorazados de combate. En fin. Una gran cantidad de dinero.
Pero la violencia no cede.
Si bien es cierto que durante varios meses no se ha registrado un narcobloqueo en la ciudad, las ejecuciones van en aumento.
Zacatecas ocupa el sexto lugar en secuestros a nivel nacional, en proporción a su población civil.
Pero el discurso oficial nos dice que terminó la violencia y que la inseguridad es cosa del pasado.
Cuando un ciudadano denuncia que fue víctima de un hecho violento en la carretera, el vocero oficial de Seguridad lo descalifica porque es periodista y además, porque es del grupo YoSoy132.
Los levantones, secuestros, balaceras, narcomantas, cabezas en cajas de unicel, ejecuciones y ahora narcofosa, siguen siendo una realidad en la geografía delictiva zacatecana.
Pero para el discurso oficial es cosa del pasado.
Ellos se van con el discurso del éxito en materia de seguridad.
Y nosotros nos quedamos con un escenario preocupante que rebasa a la capacidad de contención del gobierno del estado.