Por Juan Gómez (@juangomezac)
La llegada a la dirigencia nacional priista del tecnócrata Enrique Ochoa Reza no obedece a una renovación de este partido que atraviesa por un severo desgaste electoral, y mucho menos se trata de un cambio generacional como se le pretende mostrar ante la militancia y la ciudadanía en general.
El nuevo líder nacional priista llega a la escena política nacional de la mano del actual secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien lo impulsó en sus estudios universitarios y a quien por cierto, dedicó su tésis de licenciatura.
Al liderazgo priista llega un hombre que se ha desenvuelto únicamente entre la academia y el sector público, en la burocracia, pero muy alejado de las posiciones electorales o de gobierno.
Sin embargo, con el equipo de su mentor, Luis Videgaray, fue el integrante del “Cuarto de Guerra” en la pasada elección presidencial de la que salió victorioso el actual mandatario, Enrique Peña Nieto.
Con sus 43 años de edad no se puede considerarse un relevo generacional, si tomamos en cuenta la forma y el cómo llega a la dirigencia nacional priista, con los métodos, usos y costumbres de elección directa de la voluntad presidencial.
Enrique Ochoa Reza representa los intereses y la estrategia de la sucesión presidencial. Su llegada restringirá el avance del ala dura del priismo, la llamada Nomenklatura” y también le cerrará el camino en la ruta hacia una eventual postulación presidencial, al actual secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
El michoacano anunció que hará una gira de cien días en los 32 estados del país para tener contacto directo con la militancia tricolor, pero además de ser su presentación política en el contexto nacional, aprovechará el impulso para consolidar los compromisos de apoyo con los pocos gobernadores priistas en ejercicio, y con los liderazgos y cacicazgos regionales.
La unción de Enrique Ochoa Reza en la dirigencia nacional priista se da cuando el partido gobernante, ha sufrido una de sus más duras catástrofes electorales, en un proceso en el que perdió siete de las 12 gubernaturas que se disputaron.
Sin experiencia en los procesos electorales, sin haber participado como candidato a un puesto de elección popular o de gobierno, Ochoa Reza pretende rescatar al priismo nacional de esta crisis y catapultarlo en la ruta del 2018, cuando se dispute la Presidencia de la República.