El Partido de la Revolución Democrática pierde su memoria en Zacatecas. Se le olvida que gobernó durante dos sexenios al estado. Primero con Ricardo Monreal de 1998 al 2004 y después refrendó con Amalia García Medina de 2004 al 2010.
En la transición se quebró. Perdió por los errores de la elección interna del candidato y por la mala, pésima campaña de Antonio Mejía Haro, quien regresaría al senado a concluir su período y después a deambular con su derrota hasta que encontró cobijo en Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) recientemente.
Después de la derrota del 2010 muchos cuadros fundadores del perredismo zacatecano y otros oportunistas, emigraron al PRI, al PT y a Morena, en donde, gracias al trapecio y al círculo político de tres pistas, han logrado mantenerse en el presupuesto o en algún cargo de elección popular.
Debilitado por las escisiones y la disputa por las posiciones, el PRD en Zacatecas entró en la estrategia de las alianzas electorales, pero con malos resultados. Aliado principalmente con Acción Nacional ha intentado retener algunos municipios como Guadalupe y Zacatecas, pero los resultados han sido desastrosos.
En la actualidad bajo la conducción del ingeniero químico Arturo Ortiz Méndez, la alquimia electoral le ha sido desfavorable.
Durante el proceso de selección de candidato al gobierno del estado, Ortiz Méndez en concordancia con Agustín Basave, a la postre líder nacional perredista, intentaron imponer a otro ingeniero, Pedro de León Mojarro, gracias a su estrecha cercanía con la ahora secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga, quien fue su jefa, primero en la dirigencia nacional perredista y después en la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno peñista.
El entonces aspirante Rafael Flores Mendoza les ganó la partida en los tribunales electorales y se alzó con la candidatura al gobierno del estado, pero Ortiz Méndez nunca lo apoyó, ni verbal ni políticamente, menos económicamente.
La débil campaña del guadalupense sucumbió ante sus competidores electorales y Ortiz Méndez se alzó con una pírrica victoria.
En la elección extraordinaria sucede lo mismo. El perredista no otorga su apoyo a la candidata de la alianza PRD,PAN,PT, Guadalupe Medina Padilla. No asiste al acto de registro de la panista y con ello, muestra su rechazo y alianza con otro tipo de intereses personales. La volvió hacer.
El PRD y los perredistas no solo perdieron la memoria en Zacatecas en donde gobernaron 12 años, sino también el sentido y esencia de su partido, su independencia y espíritu de lucha, por unas cuantas monedas democráticas y en especie.