Desde la época en que el gobernador de Zacatecas, Genaro Borrego Estrada, adoptó la política del dos por uno para los programas sociales de migrantes en municipios del estado, y el estímulo para que invirtieran sus recursos, ganados con esfuerzo y creatividad en los Estados Unidos, en la iniciativa privada.
Los migrantes se convirtieron en un tema de la política interna zacatecana.
Fue el entonces gobernador Ricardo Monreal (1998-2004) quien les dio participación en los procesos electorales, y abrió el espectro electoral a la participación migrante en el estado. Aún se recuerda el sonado triunfo de “El Rey del Tomate”, Andrés Bermudez, en el municipio de Jerez, donde ganó la elección pero fue despojado del triunfo.
Después iría por la revancha con las siglas de otro partido político que lo llevarían no solo al triunfo en la tierra del poeta López Velarde, sino a la cámara de diputados federal, con una estela de fama internacional.
En la administración de la perredista Amalia García Medina Zacatecas obtuvo el carácter de estado binacional, y se reformó la legislación local para estimular su presencia y participación en los puestos de elección popular.
Los migrantes zacatecanos, incluso, han hecho labor proselitista para crear un partido político y acrecentar su participación electoral en el estado. Aún no lo logran, pero están trabajando en ello.
Zacatecas tiene un Día dedicado especialmente para conmemorar a los migrantes, quienes tienen erigido en su memoria un monumento en las instalaciones de la Feria, pero además, existe una Secretaría del Migrante y el nombre del Migrante Zacatecano está inscrito con letras doradas en el salón de plenos del Poder Legislativo del estado.
En este contexto existe todo un discurso oficial pero también social que reconoce el esfuerzo de los migrantes zacatecanos.
Fue por ello que el posicionamiento de la diputada del Partido Encuentro Social (PES), Iris Aguirre, levantó los más duros cuestionamientos, no solamente en el estado, sino a nivel nacional.
Argumentar que “se pasan de listos” y que tienen una mala imagen en la Unión Americana que ha dado motivos de políticas en su contra y exclusión, especialmente en el discurso del presidente norteamericano electo, Donald Trump, fue un error político del que hoy se levanta una investigación para expulsarla del partido que la llevó al congreso zacatecano.
Lo que hoy experimenta la legisladora Iris Aguirre no es un linchamiento mediático o en redes sociales, sino el producto de un discurso ajeno al sentimiento de una sociedad que ha visto el esfuerzo y sacrificio de hombres y mujeres que tuvieron que abandonar no solo a su patria, sino a su familia, esposa, esposo e hijos, para buscar el trabajo que los gobiernos no pudieron ofertarle.
La diputada ya ofreció una disculpa y trató de recomponer su discurso y ello también habrá que tomarlo en consideración.
La sanción social ya la obtuvo, la de sus derechos políticos en el partido que la llevó por la vía plurinominal a ocupar un escaño en el congreso de Zacatecas, depende de sus dirigentes y de la normatividad de este partido, el PES.