Luego de una semana de actividades de búsqueda y rescate que realizaron en distintos lugares afectados por los sismos del 19 de septiembre, el grupo de bomberos de la capital, integrantes de la agrupación Topos Azteca, regresó con la satisfacción de haber aplicado sus conocimientos en beneficio de quienes tanto necesitan ayuda.
El equipo, compuesto por paramédicos y personal de rescate en espacios confinados, de la Unidad Municipal de Protección Civil, viajó a la Ciudad de México el 20 de septiembre para colaborar con los Topos Aztecas y cientos de rescatistas de diversas corporaciones que también se aprestaron para ayudar, lo mismo que otros tantos voluntarios de la sociedad civil.
El sismo registrado el 19 de septiembre, de 7.1 grados en la escala de Richter, con epicentro a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, colindante con Puebla, afectó a ocho entidades del país, según el Sistema Sismológico Nacional, y que ha dejado 324 víctimas mortales, cientos de lesionados y miles de damnificados.
El movimiento telúrico afectó la Ciudad de México, Puebla, Morelos, Estado de México, Guererro, Hidalgo, Veracruz y Tlaxcala, provocando el colapso de diversos edificios, dejando atrapadas personas entre los escombros, así como reviviendo las cicatrices del pueblo mexicano que padeció un terremoto de mayores magnitudes hace 32 años y por el cual se conmemora el Día Nacional de la Protección Civil.
Apenas 12 días habían pasado de otro fenómeno similar con epicentro en el golfo de Tehuantepec, a 137 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas, cerca de la frontera entre Guatemala y México, del que para entonces ya se habían contabilizado cien defunciones, decenas de lesionados y cientos de afectados.
Gracias a la inmediatez de la información a través de las redes sociales, se pudo detectar la magnitud de los daños, por lo que se aprestó un equipo encabezado por Moisés Cortés Solís; por los paramédicos José Luis Ramos Alvarado y Luis Felipe Santos, así como por los bomberos Víctor Hugo Valenzuela, Eliseo Casillas Méndez y Juan Carlos Muñoz.
Al llegar a la Ciudad de México se reportaron con el comando central de Topos para coordinar los esfuerzos y que se les asignara un lugar para realizar la búsqueda y rescate de posibles víctimas, en alguno de los 40 edificios que registraron colapso total o parcial; fueron enviados al Colegio Rébsamen para buscar menores y docentes atrapados.
Moisés Cortés explicó que debido a la complejidad del rescate se ingresó solo a las personas con conocimientos de cómo actuar en este tipo de situaciones, relevándose al personal cada cinco horas en promedio debido al desgaste físico; la brigada se retiró a las 23 horas y se reportó con el comando central para recibir indicaciones del siguiente ingreso.
Debido a que a partir del año 1985 la estructura de Protección Civil se ha visto fortalecida con el ingreso y capacitación de personal en materia de Rescate, cada minuto llegaban nuevas brigadas tanto del orden gubernamental, empresas privadas, asociaciones civiles, apoyo extranjero y miles de voluntarios que se daban cita en el lugar; lo cual permitió una mayor logística y distribución de personal calificado hacia otras áreas afectadas.
El comando central de Topos tuvo reportes y solicitudes de apoyo de las demás entidades afectadas, por lo que se conformó una Junta de Evaluación de Daños por diversas brigadas auxiliares que tendrían la encomienda de llegar a comunidades y municipios afectados donde el apoyo aun no llegaba.
A los topos de Zacatecas les asignaron Puebla, sobre todo las zonas más afectadas como Izúcar de Matamoros, donde se había registrado el colapso de 19 edificios.
En punto de las 6:00 de la mañana la Brigada La brigada se reforzó con Jassiel Alejandro Baleon Manrique, bombero de Querétaro; personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia: Fidel Aguilar Morán y Raymundo Treviño Perea, así como el policía federal teniente Rafael Román Almanza.
Una vez en el lugar, ubicado a tres horas de la Ciudad de México, la brigada se reportó con Protección Civil Estatal de Puebla para recorrer y evaluar las condiciones y estado de la zona; se encontraron daños estructurales en edificios públicos, privados y viviendas.
El 22 de septiembre, la brigada se trasladó a la presidencia auxiliar municipal de San Francisco Huilongo, en el municipio Tochimilco, donde se entrevistó con Leonel Atenco Tlapanco, encargado de la delegación, ya que no había podido llegar ninguna autoridad aun para poder apoyar a la población.
En este lugar hay edificios con más de 400 años de antigüedad, por lo que se determinó aplicar diferentes acciones de protección civil, para ayudar a la población con la instalación de un comando de incidentes, habilitación y acondicionamiento de un albergue, registro de 30 brigadas comunitarias que tuvieron como objetivo remoción, evacuación y demolición de viviendas con riesgo potencial de colapso inminente, y evaluación de afectaciones en viviendas.
Se registraron 330 casas dañadas y en 149 de ellas había afectaciones estructurales, por lo que se demolieron 73 por el riesgo inminente; también se evaluaron edificios públicos en conjunto con el Centro Universitario para la Prevención de Desastres de Puebla en la primaria, jardín de niños, el panteón, la presidencia auxiliar, registro civil, casa de salud e iglesia, siendo estos cuatro últimos pérdida total, sobretodo el ultimo del que se recomendó su demolición.
También se instaló un centro médico, levantó un censo de familias afectadas, adecuó un comedor comunitario y brindó capacitación para su administración local a través de comités locales; se determinó el censo de población con mil 300 habitantes, se asignó un centro de acopio para distribución y recepción de apoyos, puesto que se repartió despensas y víveres enviados a través de la Policía Federal a la totalidad de la población así como 500 kilogramos de alimento para mascotas.
Una vez culminado el trabajo para la recuperación y vuelta a la normalidad, se capacitó y designó a las brigadas participantes como parte del equipo de reacción ante cualquier emergencia futura.
La llegada de nuevas brigadas permitió darle relevo y cobertura al resto de localidades en dicho estado, por lo que el equipo de Zacatecas retornó a la entidad, no sin antes recibir las gracias y el reconocimiento de la población de Izúcar de Matamoros y San Francisco Huilango, en el municipio de Tochimilco, Puebla.