Por Fátima Ivette Gömez Vargas
En las últimas semanas hemos sido testigos de la mayor concentración de hechos noticiosos a nivel nacional que yo por lo menos, pueda recordar. Han sido semanas complicadas, cargadas de sucesos climáticos, sismos y mucha política. Indudablemente, todos estos acontecimientos de interés público han tenido un protagonista en común: El uso de las redes sociales como canal de difusión de información.
Hay quienes aún se niegan a creer en su influencia, sin embargo, la gran lección de estas semanas sin duda fue el reconocer dos cosas: querámoslo o no, son el medio de comunicación (o el medio de propagación de información) con mayor crecimiento en divulgación y penetración de la información.
Y por otra parte, que este crecimiento dejó en claro que no existe una regulación, ley o receta concreta para poder detectar la información falsa y sobre todo, combatirlas. Al ser un medio abierto, cualquiera (por muy peligroso que pueda llegar a ser) puede divulgar imágenes, videos y publicaciones antiguas, sacadas de contexto o simplemente inventadas.
Entre las iniciativas para poder controlar y regular este tema destaca la de Facebook quien se encuentra en fase de prueba para agregar un botón a las noticias compartidas por esta red que desplegará una información acerca del sitio que la está difundiendo. Además, Facebook utiliza Inteligencia artificial y algoritmos para detectar y eliminar títulos sensacionalistas y verificar contenido.
Mientras los gigantes de las redes siguen avanzando en eliminar este “cáncer” como muchos lo llaman, estas son algunas cosas que podemos hacer para detectar y parar la divulgación en nuestras propias redes:
Títulos alarmantes, sensacionalistas y apocalípticos, lo más probable es que, además de falsos sean “bots” que lo único que hacen es sacar un beneficio económico por el número de vistas recibidas y compartidas.
Comprueba la fuente de información: Sí, hasta los medios tradicionales ha sido engañados pero siguen siendo la fuente más confiable para verificar si algo realmente está sucediendo. Es importante buscar en no menos de cinco medios tradicionales para corroborar.
Si detectas o sospechas de una FAKE NEWS no la compartas! Acaba ahí la cadena y no seas parte de la desinformación. Hay otras maneras de pasar el rato.
Por último, el mayor número de información falsa surge cuando ocurren desgracias y otros eventos de interés público. Todos queremos saber qué está pasando, dónde y cómo. Todos queremos ser parte de la conversación y no quedarnos fuera de la película. Estamos programados para creer y asumimos que lo que está publicado pasó por algún filtro o simplemente debe ser cierto. Sin embargo, la lección más importante de estas semanas es que las personas tenemos el poder en nuestras manos (literal) y tener poder siempre conlleva una gran responsabilidad.