Por Juan Gómez (@juangomezac)
Este fin de semana el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador y el delegado de la Cuauhtémoc en la Ciudad de México, Ricardo Monreal Ávila, sostuvieron una breve pero sustanciosa conversación en Querétaro, en donde seguramente tuvieron acuerdos políticos para despresurizar la relación entre ambos.
AMLO ya había enviado un mensaje al zacatecano para que no se fuera con “la mafia del poder” y evitar un cisma en la antesala de la nominación de la candidatura a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y de la elección presidencial.
Ambos políticos miden los tiempos y analizan los escenarios. ¿Qué sucedería si RMA es postulado por el Frente Ciudadano?
El ex gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, también la había guiñado el ojo. Declaró que el PRI capitalino le abría las puertas en una eventual postulación, aunque de entrada Monreal la rechazó.
Pero en política todo sucede. El pragmatismo impera en las decisiones. No hay sentimientos ni lealtades, lo que importa para los políticos es ganar y destruir al adversario, así tenga que traicionar sus convicciones o sus compromisos.
“Me voy a retirar en septiembre-octubre, porque soy de los que piensa que a la ciudad hay que refrescarla y, en ocasiones, mantenerte en el cargo, sin haber cumplido tu expectativa, no generas las reacciones positivas en favor de la manera que gobiernas”, declaró Monrel Ávila al Heraldo de México el 24 de agosto pasado.
La afirmación, lo reitero porque lo he publicado en otra ocasión, se dio en el contexto de la elección del candidato de Morena en la Ciudad de México. Gane o pierda, dijo el zacatecano, me voy.
Este domingo en redes sociales circuló profusamente un video de RMA en el que afirma que tomó la decisión de continuar al frente de la delegación Cuauhtémoc, luego de sostener un encuentro con López Obrador en Querétaro.
“Lo escuché. Intercambiamos puntos de vista sobre el régimen político y la urgencia de transitar hacia una nueva era, hacia una transformación profunda, hacia un cambio verdadero”, confirma el delegado de la Cuauhtémoc.
Pero el ex gobernador de Zacatecas no va más allá de la simple reseña del encuentro, no aporta más detalles de una definición permanente o satisfactoria, lo que significa que es solo parte de la administración del conflicto para dar tiempo a una definición política electoral próxima.
Tampoco Andrés Manuel López Obrador ofrece más detalles. La semana pasada realizó una gira de tres días en el estado de Zacatecas al lado de la dirigencia estatal de Morena y del Partido del Trabajo. No hizo ninguna alusión a RMA.
Sin embargo durante la gira por varios municipios del estado, AMLO no contó con el cobijo de los monrealistas sino de los petistas, aunque le acompañó el senador David Monreal Ávila.
El trascendido más insistente que se esparce es en el sentido de que López Obrador le habría comprometido a Monreal la Secretaría de Gobernación, una vez que gane la presidencia de la República el próximo año.
El presunto compromiso no tiene ningún sustento. No proviene de una fuente confiable o cercana a sendos políticos.
Empero no es la primera vez que le dicen a Monreal que no abandone un partido político. Ya se lo dijeron en 1998, cuando buscaba ser nominado a la gubernatura de Zacatecas por el PRI, en el que tenía, en ese momento, más de 20 años de militancia.
El aspirante al gobierno de la Ciudad de México ya había hecho la tarea. Tenía una estructura política en todo el estado que había construido con paciencia durante varios años. Ese era su momento.
Hoy al frente de la delegación Cuauhtémoc, Ricardo Monreal está convencido de que este es su momento.
Ha tejido alianzas en el PRI y en el PRD, en el PT y en Movimiento Ciudadano, hasta en el Verde Ecologista de México. Es el delegado con más exposición en medios y en las redes sociales en este momento. Sabe que ya no habrá otra oportunidad para gobernar la Ciudad de México.
Nada garantiza que AMLO gane la presidencia y tampoco que éste le nominara, si fuera el caso, a una secretaría de Estado. Los hombres y mujeres de confianza de Andrés no quieren Monreal y menos aún, cerca de López Obrador.
Lo que está haciendo el zacatecano es una de sus habilidades innatas: manejar los tiempos, mientras se llega el momento de la definición.
Hay un factor más que caracteriza a Monreal: confía en su instinto. Es un animal político.
No lo veo fuera de las boletas en la elección de la Ciudad de México en el 2018.