Faltan solo 25 días para que el gobernador Alejandro Tello Cristerna rinda su segundo informe de labores al frente del gobierno del estado. El tiempo se va rápido y más en un período de cinco años de duración de la actual administración estatal.
El actual quinquenio rompe por única ocasión con la duración de los sexenios en Zacatecas, debido a que se tuvo que reformar la constitución local para ajustar el calendario electoral que acaba de concluir, y empatar las elecciones locales con la federal.
En dos años han pasado muchas cosas, pero es también momento para reflexionar, poner enfrente los compromisos de campaña y los resultados de cada uno de sus colaboradores.
Sobre el escritorio el mandatario estatal deberá colocar dos factores de evaluación concretos: los indicadores y los resultados.
Los indicadores constituyen las unidades de medición del avance en la obtención de las metas institucionales. Son factores más burocráticos e institucionales que permiten eficientar los procesos internos.
Sin embargo los resultados de cada uno de los funcionarios tienen que ver con la percepción de los ciudadanos. El trabajo de cada funcionario tiene que reflejarse en hechos concretos de eficiencia gubernamental y de beneficio ciudadano.
Además de este ejercicio objetivo el gobernador Tello Cristerna deberá ponderar la eficiencia y capacidad objetiva de sus colaboradores sobre la lealtad y el compromiso contraído con los grupos de poder político y económico que han influido en la integración de su gabinete.
Al arribar a su segundo informe de labores administrativas la imagen gubernamental no atraviesa por su mejor momento, ante lo cual, el mandatario estatal deberá tomar decisiones de fondo para reorientar su estrategia.
El tiempo se va rápido y las decisiones deben tomarse con oportunidad.
Después, ya no tiene caso.
¿Eficiencia o lealtad? Es la disyuntiva que tiene enfrente el gobernador Alejandro Tello en las decisiones que tome en el futuro inmediato.