- La CRyCP arremete contra la prensa.
- Serán recordados como los “censores”.
- Se intenta inhibir el trabajo periodístico.
Por Juan Gómez
La LX legislatura tomó en días pasados una medida que desató no solo la inquietud de algunos reporteros que cubren la fuente informativa, sino una verdadera preocupación entre el gremio periodístico zacatecano.
La acción es consecuencia de un forcejeo entre trabajadores del congreso y jóvenes del movimiento YoSoy132 que irrumpieron junto con otras organizaciones sociales en el recinto parlamentario el pasado 8 de septiembre, cuando fueron impedidos de realizar lo que llamaron un “contrainforme” en el interior del recinto legislativo.
Al parecer, producto de los empellones, se rompió un vidrio de las puertas del congreso zacatecano, lo que provocó que la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política (CRyCP) del congreso estatal y la presidenta de la mesa directiva del mes de septiembre, la diputada perredista Estela Beltrán, decidieran tomar una serie de medidas restrictivas para los reporteros que cubren esa fuente informativa.
Es un hecho que un grupo de diputados han tomado una decisión equivocada y totalmente fuera de contexto que afecta al trabajo informativo de los reporteros zacatecanos, pero que además evidencian la intolerancia en contra de los trabajadores de los medios de comunicación.
Si en verdad preocuparan los empellones que se registraron durante el intento de ingreso al congreso local el pasado 8 de septiembre, cuando el Secretario General de Gobierno entregó el documento del II Informe de Gobierno en el recinto legislativo, se reforzarían las medidas de seguridad y de acceso, para evitar desmanes de los grupos sociales que llegan a protestar o a entregar documentos.
¿Pero porqué tomar medidas en contra del trabajo periodístico de los reporteros?
En los acontecimientos que se desprenden de esta acelerada medida destaca la irrupción que hicieron un grupo de perredistas la semana pasada, cuando fue aprobada mayoritariamente las reformas electorales.
En aquella ocasión una mujer insultó a los diputados en general y en lo particular a la legisladora Ana María Romo Fonseca, quien verbalmente respondió la agresión.
Pero insisto ¿Porqué delimitar el acceso al Salón de Plenos del congreso y tratar de controlar el trabajo periodístico a través del departamento de Comunicación Social de la cámara?
Es una desproporción y una desmesura.
Lo que se observa es que se intenta –sin lograrlo, claro- controlar e inhibir el trabajo de la prensa zacatecana. Mantenerla alejada de los diputados y de la información que se genera.
Pero eso no es todo.
Después de que se envió el comunicado de prensa con las medidas restrictivas, personal del congreso del estado permitió el acceso de la prensa, como usualmente se ha hecho por décadas, echando tácitamente por tierra las medidas anunciadas.
Sin embargo trabajadores de mantenimiento del congreso local procedieron a quitar dos hileras de sillas asignadas a visitantes al Salón de Plenos, según parece, para instalar ahí un área restringida para la prensa local o sea, una especie de “corral” para los comunicadores.
En el fondo las medidas continúan en contra del trabajo informativo.
A los actuales diputados les resta solamente un año de trabajo legislativo. Algunos(as) buscarán una candidatura a la presidencia municipal el próximo año y por tanto, tendrán que solicitar licencia al congreso para separarse de la representación popular de manera prematura.
Pero ello no impedirá que en su expediente sean “reconocidos” como los diputados que impidieron el trabajo de los reporteros durante la LX legislatura y por ende, que violaron el derecho a la información de la ciudadanía y de la propia prensa local.
Serán recordados como los “censores” del derecho a la información en la LX Legislatura de Zacatecas.