El ex gobernador Miguel Alonso Reyes se la pasó durante toda la administración echándole la culpa a su antecesora Amalia García sobre la deuda y las condiciones en que recibió a la administración pública.
Intentó meter a la cárcel a la ex mandataria pero la actual directora del Trabajo en el gobierno de la Ciudad de México, se blindó en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en donde no prosperaron, por la razón que haya sido, las denuncias en su contra.
En pocas palabras, Amalia derrotó a Miguel en la política y en los tribunales.
En cambio, Alonso Reyes dejó peor las finanzas estatales y una mega deuda que roza los ocho mil millones de pesos.
En algunos diarios locales y sobre todo de la Ciudad de México, empiezan a trascender informaciones que dan una idea, de las irregularidades que se generaron durante la administración alonsista, las cuales tienen un tufo de corrupción.
El diario Excelsior dio cuenta cuando todavía Alonso Reyes era gobernador del estado sobre el atroz endeudamiento de la administración zacatecana.
Al término de la gestión administrativa el diario El Universal también dio a conocer una serie de correos electrónicos en los que se manejaban empresas fantasmas para triangular recursos y asignar obra pública y servicios, en los que se involucraba al hermano del ex mandatario.
Asimismo la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública dieron a conocer observaciones por el orden de los casi cuatro mil millones de pesos, en las cuentas públicas que van del 2011 al 2014.
Ayer el diario Reforma de la Ciudad de México publicó un nuevo capítulo en la larga lista de presuntas irregularidades detectadas durante la administración de Miguel Alonso Reyes: la existencia de bonos cuantiosos a sus ex funcionarios que, de acuerdo a la versión periodística, superan los dos mil millones de pesos.
Pero el ex gobernador Miguel Alonso Reyes está blindado, no por algún tribunal o procuraduría, sino por el propio presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien lo nombró director general de Fonatur (Fondo Nacional de Turismo).
Dejó una mega deuda, obras inconclusas, edificios que son elefantes blancos que no se usan y un tufo de corrupción prevalece, no se extingue, crece día a día.