A casi diez meses de que asumiera la gubernatura del estado, Alejandro Tello Cristerna se reencontró por primera vez en público con su sucesor, Miguel Alonso Reyes.
Amigos desde la adolescencia, ex compañeros del Colegio Juana de Arco, ambos políticos sostuvieron en público uno de los reencuentros más fríos de los que se tenga memoria entre dos ex mandatarios.
Los pleitos y a veces confrontaciones políticas entre los gobernadores en turno y sus sucesores, son vida cotidiana en la esfera pública zacatecana.
Algunos desencuentros son célebres, como el que se generó entre José Rodríguez Elías y Pedro Ruiz González, quien después moriría de una forma fatídica y trágica.
Pero también se recuerdan las críticas del ex gobernador José Guadalupe Cervantes Corona y el entonces joven mandatario estatal, Genaro Borrego Estrada.
En la memoria del colectivo zacatecano aún se guarda la fuerte rivalidad entre el entonces gobernador Genaro Borrego Estrada y su sucesor Arturo Romo Gutiérrez, quien perdería la elección estatal en 1998, con lo que se dio paso al fenómeno político del “monrealismo” en Zacatecas.
Arturo Romo y Ricardo Monreal no se pelearon porque este último llegó a un acuerdo con el entonces presidente de la República, Ernesto Zedillo, quien le dio los recursos que hacían falta para el arranque de la administración perredista.
Sin embargo Ricardo Monreal Ávila sostuvo un fuerte enfrentamiento con Amalia García Medina, debido al rompimiento político entre ambos.
García Medina denunció un “boquete financiero” en la administración pública al inicio de su administración, lo que derivó en la ruptura entre ambos políticos cuyas repercusiones serían el regreso del PRI al poder en Zacatecas de la mano del ex perredista, Miguel Alonso Reyes.
Hoy cuando la transición se da en entre priistas de nuevo cuño se muestra si no un enfrentamiento, si un distanciamiento entre Alonso Reyes y el el gobernador Alejandro Tello Cristerna, a causa, en principio, de la “asfixia” financiera en la que dejó a la administración estatal el actual director de Fonatur.
Este distanciamiento se puso de manifiesto durante la ceremonia realizada el fin de semana en el Panteón de Dolores en la Ciudad de México, sitio en el que se encuentra la Rotonda de las Personas Ilustres, en donde se montó una guardia de honor en memoria del poeta jerezano Ramón López Velarde.
¿Este distanciamiento a dónde conducirá? ¿Surgirán algunas revelaciones o sanciones respecto al ejercicio gubernamental pasado?
La presencia de Miguel Alonso Reyes en un acto de gobierno en la ciudad de México en nada contribuye a la imagen del actual mandatario estatal, sino al contrario, demerita la conducción gubernamental porque la administración pasada, todavía no es “Causa Juzgada” sino que está en proceso de solventación miles de millones de pesos observados por la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública.
¿Quién aconsejó al gobernador Alejandro Tello invitar a Miguel Alonso al panteón de Dolores?
Es pregunta.