Mal empieza la 63 legislatura zacatecana con una serie de contradicciones que evidencia no solamente la falta de claridad en un tema toral para la sociedad mexicana: la transparencia, sino que además, afloran las proclividades añejas que siempre tienen un denominador común: el dinero.
El dinero a nadie le sobra, pero es más digno cuando se gana con el sudor de la frente que con el sudor de otra gente. Es el caso de los legisladores zacatecanos. Tienen un sueldo que se traduce en una dieta onerosa y además, unas “herramientas legislativas” de las que se apropian para abultar sus bolsillos.
El tema de las llamadas popularmente “herramientas legislativas” fue un tema que el entonces diputado por Morena de la 62 legislatura, Luis Medina Lizalde, puso no solo en el ojo del huracán, sino en el debate para desaparecerlas, por su manejo opaco y discrecional con un fuerte tufo a corrupción.
Y se logró el objetivo. La pasada legislatura borró ese recurso extraordinario al que muchos diputados disfrazaron con empresas fantasmas y facturas apócrifas para “justificar” gastos millonarios. Se ordenó una investigación para deslindar responsabilidades, pero nunca se reveló el resultado.
Así que muchos creímos que ese millonario recurso que se traduce en algo así como 22 millones de pesos extraordinarios, ya no se repartirían tan alegre como opacamente entre los diputados zacatecanos, pero nos equivocamos.
Los políticos siempre tendrán un recurso para engañarnos, para manipularnos y para salirse con la suya. Hicieron una “reasignación” del recurso y esa cantidad se disolvería en gastos de representación, viáticos y pagos de asesores, entre otros.
Pero cuando el tema sale a la luz pública y se descubre, emergen las explicaciones camerales, los detalles, el desglose y con ello, las contradicciones.
Los diputados y diputadas de la 63 legislatura no saben qué hacer con esa cantidad millonaria. ¿Cómo esconderla? ¿Cómo repartirla sin que nadie se entere?
Y lo que hacen es repartir culpas, pelearse y sobre todo, responsabilizar a la prensa para, según ellos, desinformar a la opinión pública.
Mal comienzo de esta 63 legislatura.