Por Salvador Lira
Juan Ignacio de Castorena y Ursúa es quizá de las figuras políticas culturales más dominantes de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Logró ocupar puestos de relevancia, como rector de la Real Universidad de México, chantre del arzobispado de México bajo un periodo de sede vacante –con las acciones que ello significa– o bien la mitra del obispado de Yucatán. Además, de sus múltiples publicaciones destacan las ediciones de las obras a Sor Juana Inés de la Cruz o Sor María Agreda, los textos pro borbónicos en la defensa de la corona durante la Guerra de Sucesión Española, así como sermones devocionarios a San Ignacio de Loyola, por mencionar algunos. Su figura trasciende elementos y su obra está aún por estudiarse.
En este contexto, a pesar de la amplia historiografía no sólo del mencionado jesuita zacatecano, sino en sí del ciclo virreinal, el Doctorado de Estudios Novohispanos a través de la Unidad Académica de Estudios de las Humanidades, de la Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García Salinas”, ha impulsado la creación y consolidación del II Coloquio Internacional de Doctorandos en Estudios Novohispanos. El retomar el nombre del jesuita zacatecano es en conmemoración al 350 aniversario de su nacimiento.
El espacio fue generado por los alumnos de tal doctorado y la dirección al mando de la Dra. Laura Gemma Flores García, los días 11, 12 y 13 de octubre del presente año. El objetivo de esta reunión de carácter académico es generar un lugar de esparcimiento con diversas actividades, con el fin de divulgar, esparcir y tener presencia sobre el quehacer intelectual hacia la sociedad en Zacatecas, México y el Mundo.
Para ello, en la segunda edición, se generaron diferentes actividades académicas. En primer lugar, se lanzó una convocatoria abierta internacional a todos los alumnos de posgrado de universidades en el mundo que estuviesen trabajando algún tema relacionado con el mundo novohispano. Las líneas de generación del conocimiento estuvieron entre la Historia Cultural, Literatura, Hermenéutica, Historia del Arte, Antropología, Sociedad, Política, Economía, Etnografía, entre otros. De tal manera, se recibieron 32 propuestas provenientes de la UNAM, la UAM, la Universidad Iberoamericana, la Universidad de la Habana, la Berkeley University y la UAZ, quienes participaron en las diferentes mesas de trabajo.
Se tuvo también la impartición de dos conferencias magistrales. En el acto inaugural, la Dra. Virgina Aspe Armella de la Universidad Panamericana dictó la disertación Sor Juana y la polémica de la Libertad. En el segundo día de actividades, el Dr. Todd Olsen de la Berkeley University dictó la conferencia Survival: Titian, Humanism and Empire.
Además, se generaron dos espacios para la impartición de talleres académicos. El primero fue Latín novohispano, por la Dra. Verónica Murillo, que tuvo por objetivo mostrar las principales características del neolatín escrito en Nueva España.
El otro fue Arquitectura novohispana zacatecana por la Dra. Lidia Medina, quien con los integrantes recorrieron el centro histórico de la ciudad con el fin de dilucidar los relieves pétreos de Zacatecas.
Como muestra de la ya comprobada actividad académica del claustro de profesores de la Unidad Académica de las Humanidades, se presentaron tres novedades editoriales. Tales fueron Alamares de cantera de la Dra. Laura Gemma Flores García y la Dra. Lorena Salas, Urdiendo ficción del Dr. Víctor Manuel Chávez y Los estudios de traducción en América Latina editado por la Dra. Anna María D’Amore.
Finalmente, en virtud de una muestra artística, se realizó un concierto de música de arte por el pianista Luis Herrera y la cantante Raquel Carrillo. Se interpretaron piezas de varios artistas reconocidos, principalmente del zacatecano Manuel M. Ponce.
El II Coloquio Internacional de Doctorandos en Estudios Novohispanos se está posicionando como un espacio de excelencia académica, con relevancia y pertinencia social.
La interacción y concreción de proyectos alude a la enfática necesidad de revisar y valorar el patrimonio cultural de Zacatecas y de México, en el reforzamiento de la identidad. La Unidad Académica de Estudios de las Humanidades consolida su compromiso como parte esencial de la UAZ, en aras de fomentar la generación y difusión del conocimiento para el desarrollo del país.