En los últimos tres años las agresiones sexuales contra menores de edad se incrementaron 39%. Así, mientras que en 2015 ocurrieron 2 mil 81 incidentes, en 2018 la cifra se elevó a 2 mil 919.
Este problema permea en casi todas las entidades de la República, pero, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Estado de México registro la mayoría de las agresiones sexuales contra menores en 2018, con 701; le sigue Baja California, con 320; Nuevo León, con 317, y Puebla y Chihuahua, con 271 y 218 casos, respectivamente.
Sobre el aumento en los casos de violación equiparada, o agresiones sexuales contra menores, Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) ha informado que “ocho de cada 10 abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes son cometidos por familiares, es decir, ocurren en espacios donde las víctimas no tienen voz y eso es un estímulo para cometer el delito”.
Además, lamentablemente “El mundo jurídico mexicano no le da valor al testimonio de un menor y, actualmente, por ley ellos no pueden presentar una denuncia directa, sino que deben hacerlo su tutor o sus padres. Lo que no piensan las autoridades es que tal vez fueron esos mismos adultos quienes realizaron el acto delictivo”.
Según información de la Redim, sólo uno de cada 10 crímenes cometidos contra menores de edad recibe una sentencia.
Así, los caos de violación equiparada superan los de acoso y hostigamiento sexual. De continuar la tendencia como en el primer trimestre del año, en el que se han registrado 837 casos, 2019 puede convertirse en el año con más agresiones sexuales contra menores.
INDICIOS PARA DETECTAR SI UN MENOR FUE VÍCTIMA DE VIOLACIÓN:
- Que tenga lesiones en su zona genital
- Que sufra pesadillas
- Que muestre temor exacerbado a un adulto
- Que comprenda conductas sexuales no aptas para su edad
- Que no controle sus ganas de orinar
- Que rechace las muestras de cariño
“Hay un problema cuando un niño o niña, sin ninguna explicación, quiere dejar de ver a una persona con la que pasaba mucho tiempo. Ahí hay un foco rojo y es muy importante que los padres estén atentos para que investiguen por qué está ocurriendo eso”, aconseja Laura Martínez Rodríguez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (Adivac).
Vía El Universal