Por Juan Gómez
Director general de Pórtico
La economía de Zacatecas, tan dependiente de la federación, débil y sin empuje empresarial se encuentra estrangulada, pero además pocos actores que antes gobernaban o criticaban, no mueven un dedo para apoyar al estado ante la federación, aún y cuando hoy ocupan un lugar muy importante en el Poder Legislativo Estatal.
Este fue uno de los lamentos más importantes del gobernador Alejandro Tello Cristerna durante la lectura de su III Informe de labores al frente de la administración pública estatal, en donde planteó los claroscuros de su gobierno con el del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por un lado destacó el apoyo para la construcción de la carretera de cuatro carriles que unirá al estado con el vecino Aguascalientes y el apoyo al sector educativo para el pago de las quincenas, pero por el otro demanda la liberación de los recursos del programa 3X1 y del Impuesto Minero que sumarían aproximadamente Un mil millones de pesos para proyectos estatales.
Sin embargo pide a la federación que reconsidere las medidas tomadas, “hoy Zacatecas se encuentra estrangulada en varios sectores, como muestra de ello, el de la construcción”.
De acuerdo a reportes del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en el primer trimestre del 2019 fueron 13 de los 32 estados del país, los que reportaron una contracción en su actividad económica, con respecto al trimestre inmediato anterior, pero de estas entidades federativas, Zacatecas, Tabasco, Chiapas y el Estado de México, podrían encontrarse en recesión al acumular dos o más trimestres consecutivos a la baja en su actividad económica.
El gobierno estatal habría podido sortear de mejor manera la recesión que hoy registra, si la administración de Alejandro Tello hubiese contraído deuda para reactivar la obra pública y el mercado interno con proyectos de infraestructura, de comercialización y producción, pero el ex gobernador Miguel Alonso Reyes se encargó de hipotecar al estado por 20 años con una deuda que hoy, de acuerdo a estimaciones del diputado Javier Calzada, ex secretario de Finanzas durante la administración de Amalia García, se destinan 955 millones de pesos este año, de los cuales solamente 77 millones de pesos irían a capital.
Fue por eso que el legislador afirmó en tribuna que “mientras no se llame a cuentas a Miguel Alonso Reyes (2010-2016) para que pague por los monumentos a la corrupción, como el Centro Cultural Bicentenario (sin terminar y en completo abandono) y otro rosario de trapacerías…usted pasará sin dejar legado alguno en la historia”.
En efecto, las denuncias sobre presunta corrupción duermen el sueño de los justos tanto en la Fiscalía General de la República como en la de Zacatecas. La primera le remitió expedientes a la segunda y la segunda guarda silencio.
Es por ello que el pasado 26 de marzo del presente año la Comisión de Justicia del Senado de la República, que preside el senador Julio Menchaca Salazar, aprobó por unanimidad el dictamen mediante el cual se exhortó a la Fiscalía General de la República, para que atraiga las investigaciones sobre cinco averiguaciones previas por delitos del orden federal en contra del ex mandatario estatal Miguel Alonso Reyes.
Hasta el momento, el mutismo sobre el exhorto es la constante.
Inexplicablemente Alonso Reyes ha tenido la protección del gobierno federal actual, aunque no es un caso jurídico que haya causado cancelación, pero en lo referente al escenario estatal, no se mueve un solo dedo. Los poderes Ejecutivo y Legislativo guardan un hermético silencio, salvo la excepción del diputado Calzada Vázquez.
Ante estos señalamientos el mandatario estatal estableció en la tribuna del congreso estatal, donde rindió su III Informe lo siguiente: Gobierno sin dejarme llevar por chantajes ni entrar en provocaciones ni confrontaciones políticas, que en nada ayudan al bienestar de la población. Gobierno en equidad y para todos, en apego a la ley y punto.
Por otro lado si el escenario social, de seguridad y económico están complicados en este momento, el político también, pues ausencias notorias en el III Informe marcan ya un distanciamiento con el actual gobierno y el aceleramiento de la sucesión rumbo al 2021.
La ausencia del ex gobernador Ricardo Monreal, actual coordinador de la fracción parlamentaria de Morena y de la Junta de Coordinación Política en el Senado de la República, de sus compañeras de bancada, Geovanna Bañuelos de la Torre (PT) y de Soledad Luévano Cantú (Morena), así como de la “Superdelegada” de los Programas Sociales del gobierno federal, Verónica Díaz Robles, marcan ya la distancia del actual gobierno priista y la ruta de la lucha electoral que se dará en el 2021 por la sucesión gubernamental zacatecana.
A propósito de la situación financiera estatal y nacional, este día el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, entregó el paquete económico 2020 a la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas Hernández, en el que se prevé un gasto de casi 6.1 billones de pesos y no contempla cambios en la política tributaria.
Ya veremos el trato que se le da al gobierno de Zacatecas, dura y económicamente maltratado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Mientras tanto, Zacatecas sigue estrangulado.
Al tiempo.