Personal de la Media Luna Roja confirmó la muerte de los 176 pasajeros y tripulantes a bordo del avión ucraniano que se estrelló este miércoles minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional Imán Jomeiní, al sur de Teherán.
El Boeing 737-800 operado por Ukrainian International Airlines despegó del aeropuerto internacional Imán Jomeiní a las 6:12 hora local, y se estrelló unos seis minutos más tarde, indicó la agencia ISNA.
El portavoz del aeropuerto internacional, Ali Kashani, dijo que el avión con destino a Kiev y que transportaba a 167 pasajeros y nueve tripulantes se estrelló alrededor de Parand y Shahriar, a unos 60 kilómetros al suroeste de Teherán.
Según los primeros informes, la causa del accidente fue por problemas técnicos, mientras que un equipo de investigación ya se encontraba en el lugar del accidente, dijo el portavoz de aviación civil de Irán, Reza Jafarzadeh.
La mayoría de los pasajeros eran ciudadanos iraníes, pero también había extranjeros a bordo.
En tanto, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y dijo que su gobierno trabaja para comprender las causas del accidente.
Boeing anunció el pasado domingo que detendrá la producción de su aeronave estrella 737 MAX este mes luego de que sufrió fatales accidentes en octubre de 2018 en Indonesia y en marzo de 2019 en Etiopía, que en conjunto cobraron la vida de 346 personas, lo que obligó a suspender su producción, ya que la empresa no logra convencer a los reguladores de que la línea aérea es segura para viajar.
La crisis también ha costado a la compañía unos nueve mil millones de dólares y ha perjudicado a numerosos proveedores y aerolíneas.
En un principio se dijo que un problema en el software tuvo qué ver en las causas de dos accidentes mortales en Indonesia y Etiopía, cuyo dispositivo deberá ser autorizado por el organismo regulador.
En octubre de 2018, un avión de ese tipo operado por la línea indonesia Lion Air se accidentó pocos minutos después de despegar de Jakarta, donde no funcionaron los sistemas automáticos y terminó por caer al mar de Java, en el que murieron 189 personas.
En marzo de 2019, otro accidente ocurrió en un vuelo 302 de Ethiopian Airlines, que se dirigía de Addis Abeba hacia Nairobi, Kenia. Cuando los pilotos trataron de controlar la aeronave, los dispositivos no funcionaron y se estrelló perdiendo la vida 157 personas.
Ante las similitudes de los accidentes, varios países como Brasil, China y Sudáfrica, empezaron a suspender las operaciones de esos boeing 737 MAX 8 hasta nuevo aviso.