En el municipio Concepción del Oro, del bello estado de Zacatecas se halló una cueva, la cual indica la presencia de seres humanos en América del Norte desde hace ya 26 mil 500 años, es decir, 15 mil años más de lo que se pensaba.
En la llamada Cueva del Chiquihuite, se halló herramienta lítica de tradición tecnológica desconocida, la cual ha sido estudiada a la par de fragmentos de hueso animal, restos de plantas y ADN ambiental contenido en sedimento recolectado en el sitio; y los resultados de los análisis de laboratorio sugieren que fue ocupada por personas hace aproximadamente entre 30,000 y 13,000 años.
La importancia de los hallazgos en la Cueva tiene que ver con el poblamiento temprano de
América, el cual sigue siendo un tema muy debatido, y se desconoce el momento exacto de
las primeras llegadas. La afirmación de una presencia humana en los confines de la sección
norte de Zacatecas se basa en más de 50 fechas de radiocarbono y luminiscencia, datos
paleoambientales y químicos que documentan los entornos cambiantes en los que vivían los
ocupantes.
Esta investigación fue publicada hoy en la revista científica Nature, en la cual científicos, encabezados por el doctor Ciprian Ardelean, arqueólogo de la Universidad Autónoma de Zacatecas, sugieren que América del Norte estaba poco poblada, posiblemente, antes del Último Máximo Glacial (LGM, por sus siglas en inglés), que ocurrió entre hace 18,000 a 27,000 años; es decir que existieron grupos humanos anteriores a los Clovis, por mucho tiempo considerados los primeros pobladores de América, con 13,500 años de antigüedad.
En entrevista, el arqueólogo Ciprian Ardelean detalla que la importancia de estos hallazgos tiene que ver con el poblamiento temprano de América, y lo relevante es que los datos indican una diversidad cultural amplia de la gente que llegó a poblar Norteamérica.
La propuesta del investigador señala que la cueva del Chiquihuite, en la Sierra del Astillero se considera como un refugio temporal, no de habitación permanente, los grupos humanos prehistóricos la utilizaron como refugio de invierno, como parte de una ruta migratoria.
La investigación que encabeza el Dr. Ardelean y los alumnos de arqueología de la Unidad Académica de Antropología de la UAZ, ahora esperan el reconocimiento de la academia internacional, principalmente la escuela norteamericana, quienes han dominado el paradigma de una ocupación del continente americano mucho más tardía de lo que el equipo de Ardelean ahora
proponen.