La pandemia nos se ha detenido en Zacatecas y tampoco se han emprendido acciones eficientes para detenerlas, ni por parte del gobierno federal y menos por el estatal, mientras los municipales realizan acciones aisladas sin resultados positivos para proteger a la población.
Esta semana que concluye el maestro Emilio Carrasco perdió la vida a causa del Covid-19 y así como él, muchos médicos, enfermeras, personal del sector salud, de las corporaciones policíacas, universitarios, empresarios y ciudadanía en general, ha tenido que lamentar a pérdida de algún familiar o ser querido.
La pandemia no tiene distingos y tampoco respeta edades o condiciones físicas.
Los tres órdenes de gobierno han tenido un común denominador para enfrentar la pandemia: la descoordinación.
Sin recursos y sin ideas claras pero sobre todo, sin un mando que coordine de manera eficiente las acciones, la pandemia sigue creciendo en Zacatecas y en el mundo, mientras que la población tampoco coopera, el relajamiento es manifiesto y el virus seguirá cobrando vidas.
¿Cómo llegó la pandemia a Zacatecas?
Recordemos que cuando llegó la Covid-19 a Zacatecas, el 19 de marzo del 2020, el paciente “Uno” fue un médico contagiado por tener contacto presuntamente con un ciudadano francés, en aquel tiempo todavía no le teníamos miedo al coronavirus, bueno, la mayoría.
Hoy, siete meses después, nuestra vida no se ha recuperado, y al parecer no lo hará en por lo menos otros cinco meses, pero al parecer la gente se niega a si realidad. Pero la culpa realmente no es del pueblo, sino de sus gobernantes.
Si bien abogo porque otro confinamiento en México sería catastrófico para la economía, al parecer la gente espera que se le vuelva a encerrar, en una situación de “pégame para llorar más fuerte”, lo peor es que el gobierno federal y estatal ni dudarán de golpear de nuevo, de no seguir las medidas sanitarias.
Ya se comprobó que no son los gimnasios, no son los restaurantes, son las reuniones sociales, porque no pudimos soportar más tiempo encerrados, a pesar de que existe la tecnología para comunicarnos, la gente simplemente no quiere entender que de no cuidarse, nos podemos morir.
En caso de un nuevo confinamiento, será culpa del gobierno, por no informar claramente desde el búnker, pero los soldados morirán por querer ganar la batalla a un enemigo que dispara silenciosamente. Pero no es culpa del soldado no comprender la situación, si no se les dan las armas necesarias, pero bueno, sigamos en el frente.
Hay que hacer La machaca…