Por Juan Gómez
La primera visita del presidente Andrés Manuel López Obrador bajo el gobierno de Morena en Zacatecas, mostró la debilidad y falta de estrategia para contener la creciente ola de violencia en el estado, pero también la ausencia de fortaleza política en el gobierno de David Monreal Ávila y las desavenencias en la familia política.
La intervención titubeante y débil del gobernador Monreal Ávila, sin una idea clara de lo que necesita el estado, no solo para cerrar el año sino para encarar y sacar adelante el 2022, exhibió la falta de liderazgo del mandatario que además, recibió el reclamo del alcalde de Fresnillo, Saúl Monreal, por no haber sido invitado al acto presidencial.
La desconcertante descortesía del mandatario estatal mostró su falta de visión para capitalizar, política y administrativamente la visita del presidente de México, pues en el acto de presentación del Plan de Apoyo para Zacatecas, estuvieron ausentes el fiscal general de Justicia del estado, Francisco José Murillo Ruiseco y los presidentes municipales de los 9 municipios que carecen de policía municipal por causa de la violencia.
Sin una idea clara y contundente para presentar el escenario de violencia y de precariedad económica que vive el estado, Monreal Ávila mostró la faceta mas sumisa al poder presidencial que, conmovido, le respondió que no está solo.
El general secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, anunció un mayor número de elementos tanto de la Guardia Nacional como de la SEDENA, que en total, sumarán 460 efectivos más y tres helicópteros artillados, para reforzar el sistema de seguridad estatal.
Enfatizó que Fresnillo será prioridad, por el alto índice de violencia que se vive en este momento, pero el alcalde Saúl Monreal no fue invitado a la presentación del Plan de Apoyo.
Lo que llamó poderosamente la atención fue la propuesta de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, quien anunció que se trabajará por que el 100 por ciento de los cuerpos policiacos obtengan el Certificado Único Policial, “lo que es muy importante para fortalecer la confianza”, pero no especificó cómo se apoyará a los nueve municipios zacatecanos que carecen de policías. ¿A quiénes van a certificar ahí?
Lo evidente de la presentación del citado Plan de Apoyo es que, lo que escuchamos y vimos por la transmisión en vivo por redes sociales, fue un recuento de acciones de algunas dependencias federales en este año que está agonizando, pero nada de compromisos de apoyos económicos extraordinarios.
En Zacatecas esperábamos que el presidente López Obrador diera a conocer un plan integral de rescate en materia de seguridad pública y de las finanzas estatales, pero solo escuchamos que se propondrá una reestructuración de la deuda de 10 mil millones de pesos y el compromiso de apoyar financieramente hablando para el pago de aguinaldos y quincenas para el magisterio y la burocracia estatal.
Tampoco hubo el compromiso de la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, de federalizar la nómina magisterial que urge en Zacatecas, y que constituye una sangría anual que merma las finanzas públicas.
Presa del nerviosismo la secretaria se dedicó a hacer un débil recuento de algunas acciones en materia de educación en el estado. Y del apoyo y respaldo financiero que requiere la Universidad Autónoma de Zacatecas, ni siquiera fue mencionado.
El pleito entre monreales
Por la mañana del 24 de noviembre, unas horas antes de la llegada a Zacatecas del mandatario nacional, el alcalde de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila, refería en su habitual conferencia de prensa que se sentía como “un cero a la izquierda” por no haber sido invitado a la reunión con el presidente López Obrador.
Y hay razones para sentirse así. David Monreal ha hecho giras a Fresnillo con algunos funcionarios federales, con Zoé Robledo, director general del IMSS por ejemplo, a las que no fue invitado, en tanto que su hermano, el alcalde del Mineral, le ha brindado todo el apoyo institucional y político en actos importantes.
El presidente municipal de Fresnillo ha peleado fuerte en distintos foros para llevar ayuda a su demarcación municipal, azotada por la violencia desde hace varios años.
El alcalde fresnillense ha levantado la voz en distintas ocasiones y ha cuestionado, incluso, la estrategia tanto de la SEDENA como de la Guardia Nacional porque, de acuerdo al comportamiento delictivo en Fresnillo, su acción ha sido insuficiente.
Pero el celo por proteger su casa y a sus gobernados no ha caído bien entre sus hermanos. El primero, lo ignora y excluye de los actos importantes para plantear la realidad municipal y demandar apoyo, y el segundo, lo regaña y lo llama “inmaduro…impetuoso”.
El senador Ricardo Monreal Ávila, el “jefe Máximo” de la familia política cometió un lamentable error: tomar partido a favor de su hermano gobernador, lo que explica que es más amigo del poder que de apoyar a Zacatecas.
Por elemental sentido de la conciliación familiar y política, debió mediar entre ambos, llamar a la conciliación, pero con su postura evidenció en donde está su corazón y sus intereses.
El próximo año 2022 el senador Monreal Ávila enfrentará el desafío más fuerte de la sucesión y la frialdad del poder presidencial que hoy, lo mantiene marginado del afecto y de la confianza del inquilino de Palacio Nacional, y que próximamente -más temprano que tarde-, empezará a registrar los embates de quienes reprueban sus aspiraciones presidenciales.
A las presiones de la sucesión presidencial se sumarán los yerros de su hermano, el gobernador de Zacatecas.