Por Juan Gómez
El partido gobernante presenta serias fisuras en la víspera del primer informe de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, cuando debería mostrar la fortaleza de la unidad política al interior.
Es evidente que en Morena la unidad quedó en el pasado y hoy se desata una fuerte disputa por la prevalencia de la visión ideológica, que empieza a empujar a la fracción pragmática morenista.
El nombramiento de la presidencia de la nueva mesa directiva que debería elegirse este domingo 31 de agosto, mostró la división no solo al interior de Morena sino de los partidos aliados, concretamente del Partido del Trabajo.
El Partido Acción Nacional es la segunda fuerza política en la LXVI legislatura y quien se perfila para la presidencia de la mesa directiva, es la diputada Kenia López Rabadán, pero la división en Morena y entre los aliados está frenando la designación, debido al perfil crítico de la política panista.
López Rabadán es una panista crítica a la Cuarta Transformación que cuestionó fuertemente al ex presidente López Obrador, y en la actualidad mantiene sus posturas sobre algunas políticas de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La controversia y la fuerte división en Morena provocaron que no se nombrara a la nueva mesa directiva, y por lo tanto, el morenista Sergio Gutiérrez Luna, continuará al frente de la presidencia hasta el cinco de septiembre, pero no podrá prolongarse más, pues violaría la normatividad constitucional.
En este contexto el coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en la cámara de diputados, Ricardo Monreal Ávila, no pudo sacar adelante la designación de la nueva mesa directiva que presidirá los trabajos del presente periodo ordinario de sesiones que quedó instalado este domingo.
Morena, el partido gobernante, ha sufrido un fuerte desgaste en este verano, debido a las fuertes críticas que se desataron por las opulentas vacaciones de algunos de sus integrantes, lo que mostró la contradicción en la “austeridad republicana” que es base de su crítica al neolibaralismo y al conservadurismo.
A lo anterior se suma el desgaste que registró Gerardo Fernández Noroña al frente de la presidencia del Senado de la República, así como el líder de la fracción parlamentaria de Morena en la Cámara Alta, Adán Augusto López Hernández, ex gobernador de Tabasco y quien nombró y facilitó negocios con su ex secretario de Seguridad, Hernán Bermúdez Requena, señalado como el jefe del grupo criminal “La Barredora”, quien se encuentra prófugo.
Este es el escenario en el que la presidenta Claudia Sheinbaum rendirá su Primer Informe de labores, al que habría que agregar las presiones del presidente Donald Trump en materia arancelaria, de agresiones y golpeteo a la política migratoria mexicana y de fuertes presiones contra los grupos criminales vinculados y protegidos por políticos mexicanos.
Pese a todo, la presidenta Sheinbaum llega con un 71% de popularidad y será la primera mujer que dé cuenta del estado de cosas en el Primer Informe de Gobierno, lo que marca un hito en la historia nacional.
Sheinbaum Pardo dará su informe a las 11 de la mañana en Palacio Nacional, a 11 meses de haber asumido la Presidencia de la república.
Sin embargo, su partido acusa recibo de la división interna y del desgaste por los excesos, contradicciones y escándalos de muchos de sus protagonistas y dirigentes.
Al tiempo.
@juangomezac
31 de agosto 2025