Por Emilia Recéndez Guerrero
Estimadas y estimados lectores, es un gusto compartir con ustedes una pequeña parte de las investigaciones que desde hace años vengo realizando en la Hemeroteca del Estado de Zacatecas, con el objetivo hacer visibles a las mujeres que nos antecedieron e hicieron historia, mediante su participación en la vida familiar, cultural, educativa y hasta política, y que sin embargo, han quedado invisibles bajo un manto de polvo, en las páginas amarillentas de algunos periódicos y documentos.
Considerando que nos encontramos en tiempos electorales, y que varias mujeres han sido postuladas para contender por un espacio en el Estado, el municipio, la regiduría o el congreso, y ya se observan las descalificaciones misóginas en algunos medios, recordé a una mujer poco reconocida por nuestra historia y que fue la primera presidenta municipal de Zacatecas. Me pareció justo, en este 8 de marzo día internacional de la mujer, en que hay tanto que decir sobre nuestros logros, avances y superaciones, dedicar el espacio a Ma. Belem Márquez García.
Como siempre que pretendemos estudiar la vida y obra de una mujer nos encontramos con grandes lagunas, es el caso de ella, quien aceptó gobernar por unos meses la ilustre ciudad de cantera y plata. Indudablemente, sufrió los escarnios y la crítica del sexo masculino, estamos hablando del año 1949, tiempos álgidos, (de alguna manera semejantes a los actuales) en que las mujeres organizadas en distintos frentes, luchaban por alcanzar el derecho al sufragio. No ha sido posible saber si Ma. Belem comulgaba con aquellos ideales, lo cierto es que fue una mujer decidida, que tomó al vuelo la oportunidad brindada por el entonces gobernador del Estado Leobardo Reinoso Gutiérrez.
La breve narración que ahora presento tiene como fuentes varios ejemplares de 3 periódicos que circularon entre 1948 – 50 (Actualidades, Vox Populi y Semanario de Zacatecas) su tema central en aquellos momentos, era la designación del gobernador Leobardo Reinoso Gutiérrez, de su secretaria particular la señorita Ma. Belem Márquez García, como candidata por el PRI para el municipio de Zacatecas. La postulación generó muchas polémicas, cada semana se publicaban notas en un periódico y en otro, sobre el acontecimiento. En ellas se entretejían opiniones, a veces para aprobar, pero casi siempre para descalificar la posibilidad de que una mujer incursionara en el ámbito político. Puesto que hasta ese momento la política se consideraba dominio masculino, la postulación de Ma. Belem Márquez generó conflicto entre la clase política y aún entre los ciudadanos comunes. A la distancia encontramos en la controversia dirimida a través de los periódicos, muchos alegatos machistas y discriminatorios, pero también, aunque en menor medida, uno que otro discurso incluyente y alentador. Las diversas notas dejan conocer que también hubo algunos aspirantes masculinos, sin embargo, la preferida fue Ma. Belem.
En los últimos meses de 1949, el tema principal en la prensa local fue el de las elecciones. Ezequiel A. Dueñas escritor y editor del periódico Actualidades, decía no comulgar con el feminismo, por lo cual creó una sección titulada: “La mujer en la política”. Ahí expuso ampliamente su inconformidad ante el hecho de que ellas incursionaran en ese ámbito Sus críticas cargadas de ironía no iban dirigidas únicamente a la posible candidata, las hacía extensivas a todas aquellas que pretendieran incursionar en dicho ámbito.
En ese contexto de polémica, el domingo 4 de diciembre de 1949 Ma. Belem Márquez ganó las elecciones para la renovación del Ayuntamiento de la ciudad capital. A decir de los medios hemerográficos, ella recibió a favor una votación numerosa, como no se había visto en varios años. El periódico Vox Populi dio cuenta del acontecimiento, muchos se congratularon con los resultados. La nueva presidenta tomó posesión el 1º de enero de 1950, motivo por el cual el periódico Semanario de Zacatecas le dedicó un artículo completo de bienvenida, considerando que era una mujer honesta, inteligente y que tenía capacidad para ejercer el mando. Ella, a su vez, expreso en su primer discurso cuáles eran los objetivos a lograr:
Tengo gran interés en el bien de la ciudad y lo primero que haré [será] retirar a los niños de cantinas y billares, se construirá un gimnasio que facilite a la juventud la oportunidad de practicar un deporte, se mejorará el alumbrado público, se moralizará a la policía, y se ornamentará a la ciudad.
Ante los medios de comunicación de la época, hizo énfasis en su interés por la limpieza de la ciudad y el cuidado para el mejor lucimiento de parques y jardines. Sus declaraciones fueron aprovechadas por la prensa escrita para seguir con la polémica a favor o en contra de las decisiones de la mandataria, no sólo en esa ocasión sino también en las subsecuentes. El periódico Zacatecas siguió aprobando los planes del nuevo Ayuntamiento, mientras que Actualidades y Vox populi los desaprobaban cada vez con mayor acento.
En esta actitud de vigilancia, exigencia y crítica que la prensa escrita se había trazado en relación con la mandataria, semanalmente se publicaban notas en las cuales se externaba el desacuerdo con las diferentes acciones que realizaba. Las más severas acusaciones fueron las que se referían al abuso de poder ejercido por la alcaldesa, de quien se decía que aprovechando su cargo político acomodó a gran número de familiares en nombramientos municipales, y además se rumoraba que pretendía enriquecer a sus hermanos. Si bien los gobernantes previos habían hecho en mayor o menor medida lo mismo, no se esperaba que una mujer actuara de la misma manera; ella era la primera zacatecana en ocupar un cargo público de ahí que todos estuvieran atentos a sus acciones. Por otra parte, los integrantes de la clase política no estaban convencidos de la elección; para muchos había sido una imposición del gobernador Leobardo Reynoso, quien no permitía que sus decisiones se discutieran. Así, las críticas fueron abundantes, exacerbadas y con intención de dejar en mal a la presidenta municipal.
Representantes de la política y la prensa, exigieron al gobierno del estado que tomara cartas en el asunto. En consecuencia, el gobernador destituyó del cargo a Ma. Belem Márquez antes de que cumplirá seis meses de ejercerlo. En la emisión del 15 de junio de 1950, Vox Populi y Actualidades, dieron noticia sobre el acontecimiento utilizando palabras despectivas y denostando la capacidad de todas las mujeres para participar en política.
La historia sobre la breve gestión de la primera presidenta municipal de Zacatecas es más larga, debido al breve por ahora solo van estas notas, por cual a las/os lectores interesados en el tema les remito al libro Zacatecanas en devenir de la historia siglos XVIII, XIX y XX, de mi autoría y que pueden adquirir en la Crónica del Estado.
Finalmente, lo más probable es que Ma. Belem no fuera una defensora acérrima de los derechos de las mujeres, ella aceptó la oportunidad de participar en la política, sufrió los escarnios y se defendió valientemente, dio ejemplo de honestidad y preocupación por las causas sociales. Sin embargo, aún era muy temprano para que la sociedad aceptará la participación de las mujeres en la política. Lo cierto es que ella, acaso sin proponérselo, abrió la posibilidad para que posteriormente otras mujeres pudieran integrarse a dicha esfera, no sin todos los problemas que ello implica, como lo viven y lo enfrentan las mujeres que hoy en día se encuentran contendiendo para ocupar un cargo político. A setenta y un años de aquel denigrante acontecimiento para las mujeres, aún continúan las descalificaciones en algunos medios de comunicación, muchos políticos siguen pensando que las mujeres somos menores de edad, es por ello que seguiremos luchando y tomando al vuelo todas las oportunidades que nos lleguen, continuaremos abriendo brechas y haciendo caminos.