Saúl Alfonso Hurtado
Definitivamente el dinero puede generar estrés y preocupación, ya sea en la soltería o en el matrimonio. Existen estadísticas que señalan deterioro familiar cuando falta el recurso. Si trabajan tanto hombre como mujer, la situación puede ser menos negativa, pero todo debe ser comunicado entre ambos.
¿Se pueden llevar las finanzas en pareja?
No existe fórmula específica de cómo emplear las finanzas en pareja, ya que todas las relaciones son distintas. Algunas parejas, combinan sus cuentas y su presupuesto familiar, mezclando el dinero que obtienen como ingresos e incluso agregan los de sus fondos para la jubilación. Mientras que otras prefieren manejar el dinero por separado.
Lo importante en esta situación, es que la pareja platique sobre sus finanzas para llevar a mejor puerto la relación familiar.
Dividan responsabilidades financieras
Una forma de garantizar la armonía en las finanzas en pareja, es compartir las responsabilidades. ¿Quién es el responsable de pagar la renta? Y si lo dividen, ¿Cuánto paga cada uno? ¿Cuánto deben pagar por los servicios? Tener claridad sobre quién paga los diferentes ítems de los gastos mensuales ayuda a establecer una relación que se percibe como igual y nadie piensa que el otro se aprovecha.
Una vez que conoces cómo llevar las finanzas en pareja, es fácil dejar que las cosas entren en piloto automático y avancen. Pero, a medida que cambien algunos asuntos, es posible que los gastos, los ingresos y las metas deban adaptarse. Por ello, es importante hablar de dinero con regularidad, de esta forma ambos se aseguran que su plan financiero aún está vigente y es equitativo.
Hay que definir los objetivos financieros
Hablar de deudas con otra persona nunca es un tema agradable, sin embargo, al llevar las finanzas con tu pareja te permite tocar temas más agradables, como por ejemplo, plantearse metas en conjunto.
La mejor forma de mantener los esfuerzos de ambos en una misma dirección es enfocarse en los objetivos compartidos. Ya sean a corto, mediano o largo plazo, tener metas financieras en la relación, como comprar una casa o viajar a otro país, no solo les permite conversar sobre lo que desean en el futuro, sino que también les ayuda a organizarse para trabajar por ellas.

























