Al menos 26 personas murieron este domingo en Irak, 17 de ellas en un doble atentado contra las oficinas de un partido kurdo y un edificio vecino de las fuerzas de seguridad al norte de Bagdad, informó la policía.
Las explosiones en la ciudad de Jalawla también dejaron 50 personas heridas, dijo el capitán de policía Farhard Rifat.
El coche bomba estalló cerca de una oficina del partido Unión Patriótica del Kurdistán, del presidente iraquí Jalal Talabani, y de una sede de las fuerzas de seguridad kurdas, dijo Rifat.
Cuando los equipos de emergencia llegaron al lugar de los hechos, un suicida entró en la sede de la formación kurda y detonó los explosivos que portaba.
La ciudad multiétnica de Jalawla forma parte de los territorios del norte de Irak que los dirigentes del Kurdistán iraquí quieren integrar en su región autónoma, a lo que se oponen las autoridades centrales de Bagdad.
Ningún grupo reivindicó por el momento la autoría de estos ataques, aunque el modus operandi es el que emplean habitualmente los insurgentes sunitas en Irak.
en Mosul (norte) 8 personas murieron en los bombardeos sobre barrios del oeste de la ciudad, un día después de los violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los yihadistas del Estado Islámico en Irak y en el Levante (EIIL).
En Sargaran, siempre al norte, tres bombas estallaron matando a un civil e hiriendo a tres soldados.
La inseguridad es uno de los principales problemas de Irak, donde la violencia mata cada día a un promedio de más de 25 habitantes.
En total, más de 4.300 personas han muerto en ataques desde el comienzo del año, de los cuales más de 900 en mayo.
Las autoridades atribuyen esta espiral de violencia a factores externos, sobre todo a la guerra en la vecina Siria. Pero diplomáticos y expertos afirman que se debe principalmente al descontento de la minoría sunita, que se considera marginada.