Por Juan Gómez
Director general de Pórtico
Los acuerdos cupulares de los partidos políticos contendientes están moviendo las fichas del ajedrez político para acomodar los perfiles que contenderán en el proceso electoral 2021, de acuerdo a los escenarios que han medido en los 15 estados que renovarán gubernatura.
Las dos alianzas que se vislumbran en formación son las que integrarían MORENA-PVEM-PT y PRI-PAN-PRD, cada una con sus ajustes, problemas internos, presiones e intereses de los grupos políticos dirigentes.
Este fin de semana se registraron en Morena en la Ciudad de México, los aspirantes Ulises Mejía Haro, alcalde de Zacatecas, el senador José Narro Céspedes, el ex coordinador de Ganadería de la SADER, David Monreal Ávila, Luis “el Oso” Medina y el ex perredista, Jaime Enríquez Félix.
Al viejo estilo de la clase política hubo acarreo de simpatizantes y hasta el tamborazo se hizo escuchar en la sede del partido Morena, pero hubo diferencias que se convierten en mensajes:
Narro, Ulises y Luis Medina llegaron juntos al registro con el dirigente Fernando Arteaga. Muestran un bloque sólido del partido en Zacatecas y mantienen una postura firme de que sea un militante y no un externo, quien encabece la candidatura al gobierno del estado.
En la otra esquina se encuentra el ex coordinador de Ganadería de la SADER, David Monreal Ávila, quien llegó acompañado por un fuerte acarreo, tamborazo zacatecano y unos cinco alcaldes, pero llamó la atención que ningún miembro de su familia estuvo a su lado.
Una vez cumplido el requisito del registro, la Comisión Nacional de Elecciones de Morena valorará, calificará los perfiles y en su caso, lo aprobará, pero en la convocatoria este partido especifica lo siguiente:
“Es fundamental señalar que la entrega de documentos no acredita otorgamiento de candidatura alguna ni genera expectativa de derecho alguno”. Kaput.
El paso siguiente de la aprobación de registro es la encuesta y/o estudio de opinión que realizará la Comisión de Encuestas de dicho partido y finalmente, a más tardar el 11 de febrero de 2021, el Comité Ejecutivo Nacional de Morena publicará al candidato ganador.
Una vez concluido este proceso el partido definirá los términos de la alianza con los partidos que haya decidido coaligarse. En ese escenario se dará la negociación final para consolidar un candidato o candidata de Morena al gobierno de Zacatecas. Aquí es donde entra la propuesta de género que representa y encarna la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre. Habrá que ver las definiciones presidenciales.
El escenario que se vive en la alianza PRI-PAN-PRD es distinto, pero también está teniendo sus presiones y ajustes en la cúpula nacional de los partidos componentes.
En lo local el PRI bajo la influencia del ex gobernador Miguel Alonso Reyes empezó a marcar pautas y tiempos, pero las dirigencias nacionales tienen otros intereses.
Como se recordará Adolfo “Fito” Bonilla Gómez renunció a la Secretaría del Campo (SECAMPO) y Enrique Guadalupe Flores Mendoza sustituyó a Gustavo Uribe en la dirigencia estatal del PRI, pero las presiones de los partidos componentes de la alianza electoral están modificando la tendencia.
Esta semana el líder nacional del PAN, Marko Cortez demandó que la candidatura de una posible alianza con el Revolucionario Institucional lo encabece una mujer, lo que le abre posibilidades muy importantes a la senadora priista Claudia Anaya Mota.
Si tanto Bonilla Gómez como Anaya Mota permanecen unidos -como todo parece indicar- la alianza en cuestión podría generar una tendencia favorable y constituir, por primera vez en Zacatecas, un gobierno de coalición.
Lo anterior no es descabellado si vemos los números duros de la realidad territorial, partiendo del principio de que la próxima, será una elección eminentemente local: Morena gobierna 10 municipios, el PT, uno y el Verde Ecologista cuatro.
En contraparte el PRI, gobierna 19 municipios, PAN lo hace también en cogobierno en 19 con PRD y Movimiento Ciudadano (aunque la alcaldesa de Villa González Ortega, Imelda Mauricio Esparza, acompañó a David Monreal en su registro), lo que les da mayoría en el mapa político electoral de la región, pero tendrán que implementar una estrategia creativa e inteligente ante la tendencia a favor de Morena.
Empero, la diferencia no es abismal y, como dicen los clásicos, no hay nada para nadie. Ambas expresiones tienen fortalezas y debilidades. Dependerá de la construcción del discurso, de la capitalización de las debilidades de cada contrincante y sobre todo, de la propuesta mediática y de contenido, lo que marque la diferencia.
El perfil del candidato o candidata, definitivamente será un factor muy importante en la tendencia electoral el próximo año.
No hay que perder de vista que esta, será una elección local y no nacional, lo que significa que la influencia presidencial será muy menor, puesto que López Obrador no estará en las boletas, aunque su estrategia es permanecer en el ánimo del discurso cotidiano, de ahí sus giras y descalificaciones por la conformación de alianzas pragmáticas que no ideológicas.
Ya veremos en las próximas semanas cómo se definen las candidaturas y las alianzas. Hay fechas fatales que incidirán en la conformación de perfiles y en la consolidación de alianzas electorales rumbo a los comicios 2021.
Al tiempo.