El presidente de la República informó ayer en su red social que dio positivo a Covid 19 y de inmediato se desataron una serie de reacciones, unas de preocupación por su salud y a favor de su pronta recuperación y otras cuestionando el comportamiento personal de López Obrador sobre la pandemia.
El presidente mexicano ha recibido la solidaridad de los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, de miembros de su gabinete y de algunos mandatarios como Justin Trudeau, de Canada; Alberto Fernández de Argentina y Nicolás Maduro de Venezuela.
Con 67 años de edad, el cuidado personal del presidente en el escenario de la pandemia no ha sido el de un Jefe de Estado. El relajamiento y descuido de protocolos presidenciales sanitarios han sido evidentes. Varios de sus colaboradores cercanos se han contagiado por Covid 19.
En momento ironizó con estampas religiosas que protegían su salud; ha sido renuente a utilizar cubrebocas en su movilización por el país. Solo cuando viaja en avión utiliza la mascarilla, lo que le ha acarreado serias críticas.
México, con 128 millones de habitantes, es el cuarto país del mundo con el mayor número de muertes por Coronavirus con 127 mil 757 fallecimientos, muy distante de Colombia que ocupa el lugar undécimo, con 44 mil 187. Brasil ocupa el segundo lugar con 196,591 muertes.
La estrategia sanitaria en México ha fallado y los datos duros lo evidencian. Se llegó tarde al combate de la pandemia y no se han aplicado los protocolos gubernamentales eficientes para prevenirla. Tampoco se han generado acciones necesarias para contenerla.
Lo más drástico es también llegamos tarde a la compra de suficientes vacunas. Los países desarrollados acapararon de inmediato la producción de los laboratorios. Nosotros estamos padeciendo en este momento un retraso en la recepción de vacunas.
El problema es que el tema de vacunación se ha politizado con la incorporación de burócratas llamados “Siervos de la Nación” y elementos de las fuerzas armadas en la campaña de vacunación hoy detenida.
La vacunación es un tema de salud pública y no de política. Las fuerzas armadas deben resguardar los lotes de vacunas, pero no acompañar en el proceso y menos aún, burócratas que manipulan programas sociales.
Esperemos que el presidente se restablezca y reoriente sus políticas públicas.
Zacatecas, Zac., 25 de enero de 2021