Los 36 prisioneros islamistas que murieron ayer cuando estaban siendo trasladados a una cárcel en las afueras de la capital murieron asfixiados por gases lacrimógenos de la Policía durante un intento de fuga, anunció el Ministerio del Interior egipcio.
Se trata de 36 miembros del movimiento de los Hermanos Musulmanes, la cofradía del derrocado presidente islamista Mohamed Morsi, destituido y detenido por el Ejército el pasado 3 de julio.
Alrededor de mil islamistas han sido arrestados en los últimos cinco días.
El convoy de autobuses de la Policía transportaba a más de 600 Hermanos Musulmanes desde El Cairo hacia una cárcel de las afueras de la capital egipcia.
La agencia dijo que los detenidos estaban siendo trasladados a la prisión de Abu Zaabal, en el Norte de El Cairo, cuando ocurrió el ataque.
La televisión estatal egipcia informó en su página oficial que las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos e intercambiaron disparos con los atacantes.
Horas antes del ataque, el líder del Ejército egipcio advirtió que sus fuerzas no permitirán más actos de violencia después de la muerte de cientos de personas durante varios días de inestabilidad política, al tiempo que pidió la inclusión política de los partidarios del derrocado presidente Morsi.
Tan sólo el sábado, los enfrentamientos entre la Policía y partidarios del derrocado presidente de Egipto dejaron 79 muertos, informó ayer el Gobierno interino. Con la nueva cifra oficial, el número total de muertos en cuatro días de violencia en el país ascendió a 888.
El Gobierno interino de Egipto rechazó las críticas de la comunidad internacional sobre la reciente represión de las fuerzas de seguridad contra los seguidores de Morsi, que han dejado más de 800 muertos.
En un intento de quebrantar los planes de protesta de la Hermandad, las autoridades realizaron redadas ayer por la madrugada, detuvieron a funcionarios de nivel medio y miembros del grupo en varias ciudades.
En Assiut, 163 de los funcionarios y miembros del grupo fueron detenidos en distintas localidades, dijeron funcionarios de seguridad, y están acusados de instigar a la violencia.
En Suez, nueve personas fueron detenidas luego de que una cámara las grabó atacando vehículos militares y tiendas de propiedad cristiana y quemando iglesias.