Aumentos, aumentos…¿Y el ciudadano?
Por Juan Gómez
Cómo regalo de reyes los zacatecanos iniciaron la cuesta de enero con una noticia desagradable que golpeará la economía, de todos en general, pero especialmente a la de las clases populares en donde cabemos casi todos: el incremento al pasaje urbano.
Durante las primeras horas de este incipiente 2014 y sin mediar algún aviso, los concesionarios del transporte urbano y suburbano de Zacatecas colocaron en lugares visibles el nuevo precio al pasaje de $5.50 pesos a $6.50 pesos.
Este año es la primera ocasión en la que no se da a conocer ningún tipo de mejora en atención, servicio y calidad del transporte zacatecano que por cierto, es uno de los más deficientes, premodernos y que además se encuentra en condiciones serias de deterioro e higiene.
Los transportistas en distintas ocasiones han mostrado su fuerza de movilización y de presión en contra de las autoridades en turno, independientemente del partido político que gobierne en la entidad, lo que les permite gozar de exenciones, apoyos, estímulos económicos gubernamentales.
Los propietarios del servicio público concesionado jamás han cumplido su palabra de mejorar las unidades, abrir nuevas rutas, respetar los horarios de las corridas y menos aún, dar un buen trato a los usuarios o respetar el reglamento de Tránsito.
¿Y en esta ocasión para qué presentar un plan de mejora, un plan de calidad o de eficiencia en el servicio, si nunca lo han respetado?
Pero ello es solo parte del problema porque en el otro extremo de la arista, se encuentra un gobierno que hasta el momento no ha hecho valer los acuerdos, su autoridad y la Ley.
Los gobiernos en turno no se han preocupado por el usuario, por el ciudadano que cotidianamente utiliza este tipo de servicio para trasladarse a sus áreas de trabajo y por lo tanto, queda siempre a merced de los abusos de los transportistas.
Ese es uno de los principales problemas de los gobiernos en turno cuando se trata de políticas públicas que afectan a la mayoría de los zacatecanos, porque no se toma en cuenta las necesidades de la población.
¿Para qué informar a la ciudadanía que se decidió aumentar el pasaje del transporte, si no es tomada en cuenta en las decisiones gubernamentales?
El propio secretario general de Gobierno, Francisco Escobedo Villegas dio la siguiente “explicación” sobre el citado aumento al pasaje:
“Yo creo que no era exactamente necesario hacer un pronunciamiento anterior”. (La Jornada Zacatecas, 4 de enero de 2014).
En la nota informativa de la reportera Alma Ríos el funcionario justificó:
“Normalmente no se le da gusto a la gente” y esta sabe además lo que han subido los combustibles y los insumos por ser estos asuntos “parte de la vida ordinaria”. (Sic).
Preocupa el criterio en la aprobación de políticas públicas que afectan de manera negativa la economía de los zacatecanos, puesto que ni siquiera se dan a conocer compromisos, en este caso con los concesionarios del transporte público, para ofrecer un servicio de calidad.
Vamos, ni siquiera se tomaron la molestia de informar sobre el aumento.
En el fondo lo que subyace también son acuerdos no escritos entre un sector de los concesionarios del transporte público y la administración estatal, referente a la construcción del Metrobus que iniciará construcción a partir de este año, y que generó fuertes presiones por parte de los transportistas quienes intentaron impedir el año pasado la aprobación de la nueva Ley del Transporte, Tránsito y Vialidad en el congreso del estado.
La mencionada Ley fue publicada el pasado 20 de noviembre de 2013 y tiene vigencia a partir del día siguiente de su publicación, ante lo cual el sector dominante de los concesionarios del transporte público, guardó silencio.
En lo económico 2014 será un año difícil para los zacatecanos en cuanto a su economía familiar, puesto que solamente recibieron 3.9% de aumento al salario mínimo, lo que representa un poco más de dos pesos de mejora en su percepción económica.
Por otro lado los aumentos constantes en energía eléctrica, gasolinas y gas doméstico impactarán de manera decidida en el costo de la vida diaria, amén de los incrementos que se generan a partir del uno de enero en los productos de consumo básico en el hogar, colegiaturas en escuelas particulares y todo los aumentos derivados de la entrada en vigor de la reforma fiscal.
Asimismo las obligaciones fiscales estatales y municipales que tendrán que enfrentar, contribuirán a una situación de presión económica en los hogares de la gran mayoría de los zacatecanos.
Es entonces cuando recordamos las palabras del secretario de Gobierno:
“Yo sé que es un asunto que puede ser polémico, que puede producir opiniones encontradas, condena o aceptación, lo cierto es que el servicio del transporte ha tenido una situación muy dificil: los aumentos del diesel, de las refacciones, los accesorios, de todo lo que implica ofrecer el transporte”. (La Jornada Zacatecas, 4 de enero de 2014).
¿Y quién se preocupa por el ciudadano?
Al tiempo.